Las monjas de las 'Hijas de la Caridad' anuncian que dejan Blanca

Las cuatro monjas de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl abandonarán Blanca tras 122 años al servicio de los jóvenes y los pobres, poniendo así fin a su labor en el municipio. La decisión, tomada por la visitadora provincial y el Consejo de la provincia de Madrid-Santa Luisa de retirar a las hermanas de la comunidad de Blanca ha supuesto una gran tristeza e impotencia para los blanqueños, ya que, desde que las hermanas de esta congregación religiosaa llegaron a la localidad en 1897, su presencia y su trabajo han sido decisivos en las vidas de los vecinos. Las hermanas sostienen que se marchan porque son necesarias en otras comunidades religiosas

«La historia se remonta a septiembre de 1896, cuando el acaudalado Pedro del Portillo levantó de su cuenta y en su propiedad un grandioso edificio que se convirtió en el asilo-hospital», recuerda el Cronista Oficial de Blanca, Ángel Ríos. Las Hijas de la Caridad que se pusieron al frente de dicho establecimiento fueron Sor Ángela Cerrillo, como primera hermana Sirviente; Sor Victoriana Alzueta, Sor Filomena y Sor Teresa.

Ante las dificultades económicas para su mantenimiento, la hija de Pedro Portillo, María del Portillo y Rovira, donó en escritura en noviembre de 1945 la casa a la comunidad de las Hijas de la Caridad, que iniciaron la construcción de un colegio que comenzó a funcionar cuatro años más tarde como un centro de enseñanza bajo el nombre La Milagrosa. Esta colegio, ahora concertado, cuenta con 320 alumnos de Infantil, Primaria y Secundaria.

«Hay escasez de vocaciones»

Sor María, hermana superiora, que junto a Sor Raquel, Sor Carmen y Sor María Encarnación son las últimas monjas que siguen prestando servicios de catequesis a niños y jóvenes y asistencia y atención a los pobres y necesitados, señaló que «el motivo de retirarnos es por la escasez de vocaciones. Nos necesitan en otras comunidades que precisan este tipo de cuidados, aunque a Blanca podrían llegar otras personas», explicó la hermana.

Entre quienes han luchado en los últimos años por frenar la retirada de las Hijas de la Caridad de Blanca figuran los últimos cinco alcaldes del municipio Emilio Laorden Núñez; José Fernando Molina Molina; Rafael Laorden Carrasco; Ester Hortelano Ortega; y el actual Pedro Luis Molina Cano. Junto a ellos están también el vicario episcopal de la zona de Cieza-Yecla, Alfonso Alburquerque; el párroco de San Juan Evangelista de Blanca, Ginés Amor, y el consiliario General de Acción Católica General, José Antonio Cano. Todos ellos remitieron hace unos días una carta en la que argumentaron que «las hermanas siempre han contado y siguen contando con el apoyo, el cariño y la cercanía de los habitantes de este municipio».

El 29 de julio se celebrará una misa de despedida, aunque la marcha de las religiosas no será efectiva hasta el mes de septiembre. Los vecinos muestran su preocupación porque se corre el riesgo de que desaparezcan las actividades de la Asociación de la Medalla Milagrosa y de las Juventudes Marianas Vicencianas que ellas dirigen.