Vehículo policial en la calle Antonio Yelo Pioto
La Guardia Civil de Abarán investiga quienes estarían detrás del robo cometido este miércoles, a primera hora de la noche, en una vivienda de Abarán.
Los ladrones aprovecharon que los propietarios habían salido a ver la procesión para acceder al inmueble (situado en la calle Antonio Yelo Pioto), de donde, al parecer, se llevaron una pequeña cantidad de dinero, algunas joyas y pequeños objetos personales.
Un grupo de personas que se dirigía hacia la iglesia de San Pablo para participar en el desfile procesional se topó de lleno con los cacos cuando éstos abandonaban la vivienda. «Vimos salir a dos jóvenes encapuchados y uno de ellos cerró la puerta de la casa con toda tranquilidad. Sospechamos que podía tratarse de un robo y así lo informamos de inmediato a un agente de la Policía Local que vimos que estaba en las cercanías controlando el recorrido de la procesión», relató a este medio uno de los testigos que pudo ver a los delincuentes.
Una vecina de la casa colindante a la asaltada se sorprendió y no conoció lo ocurrido hasta percatarse de la presencia policial en el lugar. «No he oído nada ni he visto nada extraño. Desconozco cómo han podido entrar a la casa», comentaba a este medio.
Una patrulla de la Guardia Civil de Abarán se personó en el lugar de los hechos para realizar una inspección ocular y recoger cualquier prueba o indicio. Los agentes de la Benemérita han abierto una investigación y piden la colaboración ciudadana para encontrar a los responsables del robo.
Segundo caso esta semana
No ha sido este el único hecho delictivo de similares características que hemos podido conocer en los últimos días. Sin ir más lejos, el pasado lunes una vecina también descubrió a tres individuos encapuchados cuando estos abandonaban una vivienda, a plena luz del día, en la calle Jiménez Díaz.
En ese caso los asaltantes accedieron a la casa aprovechando que la moradora del inmueble se había ausentado para recibir atención médica.
Desconocemos si los ladrones llegaron a apoderarse de algunas pertenencias o si su intento de robo pudo quedar frustrado por la intuición de la vecina, que al sospechar que algo extraño podía estar pasando en la vivienda se dispuso a dar la voz de alarma cuando, de manera apresurada, los cacos salieron huyendo de la propiedad.







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