Dos abaraneros conquistan el majestuoso Monte Perdido en el Pirineo Aragonés

El 21 de julio de 2023 quedará marcado en la memoria de dos vecinos de Abarán, J. Perfecto y Álvaro Gamboa, padre e hijo, quienes lograron hacer realidad el sueño de ascender al impresionante Monte Perdido, una de las cimas más emblemáticas y desafiantes del Pirineo Aragonés donde ondeó la bandera de nuestro municipio.

Con una altitud de 3,355 metros sobre el nivel del mar, el Monte Perdido forma parte del macizo calcáreo más alto de Europa y es la tercera cima más elevada de la región, solo superada por el Aneto (3404), y el Posets (3371). Aunque el desafío era grande, el espíritu aventurero de estos dos abaraneros les llevó a enfrentar este reto con determinación y pasión.

«Para iniciar nuestro viaje hicimos noche en el acogedor albergue Añisclo, ubicado en Nerin, un pintoresco pueblo del Pirineo oscense. Con la intención de aprovechar el día y para facilitar el acceso, tomamos un autobús que partía a las siete de la mañana desde ese punto y que nos trasladó hasta el lugar de partida: la pista de las Cutas.

El recorrido circular desde allí nos ocupó 11 horas, con seis primeros kilómetros que se convirtieron en una experiencia privilegiada, paseando por terreno cómodo y herboso, mientras disfrutábamos de unas vistas espectaculares desde el Alto del Cañón de Ordesa hasta la famosa "Cola de Caballo"», relata J. Perfecto.

Sin embargo, lo más emocionante todavía estaba por llegar. «Una vez alcanzado el refugio de Góriz, nos enfrentamos a una dura ascensión de cinco kilómetros con varias trepadas, neveros aislados y el temido "Ibón Helado" y la temible "Escupidera". A pesar de los desafíos, la panorámica que se divisa desde lo más alto del Monte Perdido es sencillamente impresionante, más aún cuando tuvimos la suerte de que el clima jugara a nuestro favor, con un día que se mantuvo estupendamente seco y fresco y que nos permitió disfrutar aún más de esta aventura en la montaña», añade con pasión Álvaro mientras recuerda como la belleza y la dureza del recorrido de este ascenso fueron la combinación perfecta para hacer de ese día una experiencia increíble que quedará en el recuerdo, para siempre, de J. Perfecto y Álvaro Gamboa.  ¡¡Enhorabuena!!