Efectivos del Parque de Bomberos de Cieza intervinieron este jueves en Abarán para sanear los cristales rotos de la ventana de una vivienda, parte de los cuales habían caído a la calle después de que el ventanal fuera zarandeado con insistencia por el fuerte viento. Los bomberos tuvieron que descender en rápel desde la azotea del edificio para poder realizar con éxito su trabajo.
La alerta saltaba sobre las 12:45 horas. Fueron los vecinos quienes dieron aviso a la Policía Local al percatarse de que parte de un cristal había caído a la calle, y lo había hecho desde la ventana del cuarto piso de un bloque de viviendas de la Calle del Pino, existiendo además un notable peligro de que hubiera más caída de cristales.
Una patrulla de agentes policiales desplazada al lugar procedió a cortar la calle, intentando así impedir que nuevos desprendimientos pudieran ocurrir al paso de vehículos o viandantes. Los propios agentes, tras valorar diversas alternativas, decidieron poner los hechos en conocimiento del Centro de Coordinación de Emergencias y pedir así la colaboración de los bomberos.
Imposible contactar con los dueños de la vivienda
Conociéndose que la vivienda desde la que habían caído los cristales llevaba cerrada varios meses por encontrarse actualmente sus dueños, naturales de Argelia, en su país de origen, la alternativa elegida por los bomberos fue la de descender con cuerdas desde la azotea del inmueble -haciendo rápel-, y llegar así hasta la ventana dañada, la cual, según los propios vecinos de la calle, se encontraba desde hace tiempo abierta de par en par y dando continuos golpes al abrirse y cerrarse, una situación que se había acentuado estos últimos días a consecuencia del fuerte viento reinante. En uno de esos golpes un cristal del ventanal se fracturó y parte de él cayó a la calzada, quedando otro trozo en situación precaria y con riesgo de desprenderse también hacia la calle de forma inminente.
Tras los preparativos de seguridad oportunos, uno de los bomberos que formaban parte del operativo logró, en poco más de un minuto, descolgarse hasta la ventana afectada y, en una rápida intervención y tras retirar los trozos de cristales que había quedado colgando, puso solución al problema.











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