Una autocrítica necesaria

Tras las derrotas es muy fácil hacer juicios de valor pero lo cierto es que este Real Madrid hace tiempo que lo lleva poniendo fácil casi en todos sus estamentos. Desde Florentino a los jugadores pasando por Ancelotti. Nadie se libra de su parte de culpa en la debacle madridista de esta temporada.

Vamos por partes. En primer lugar, cabe destacar que un año en blanco, más si cabe con el FC Barcelona con las posibilidades intactas y absolutamente favorito para llevarse los tres títulos en juego, es un auténtico desastre. El Real Madrid ha vuelto a invertir mucho dinero pero lo ha hecho sin coherencia alguna. Aquí entramos con Florentino Pérez. El presidente del Real Madrid ha alargado sus funciones hasta las de director deportivo de la entidad y fruto de ello ha aparecido un equipo carente de equilibrio y con determinados puestos mal cubiertos. La marcha de Xabi Alonso a tres días de cierre de mercado, la cesión de Casemiro en lugar de la venta de Illarramendi o el fichaje de Lucas Silva sin el consenso del entrenador han hecho que el centro del campo del Real Madrid sea un solar.

Ancelotti ha tenido que poner a James y a Isco, ambos mediaspuntas a hacer funciones de volantes y ha sometido a Kroos a un desgaste tremendo tanto por número de partidos como por espacio a ocupar. El centrocampista alemán, una de las mejores noticias del equipo este año, ha llegado fundido al tramo final. Modric era y es el escudero perfecto, pero el croata se ha lesionado. Como nadie puede saber cuándo o cómo puede pasar esto, se necesita de recambios de garantías en una plantilla que, a priori, está diseñada para ganar todo. Tener el centro del campo olvidado, teniendo en cuenta que seguramente sea la zona más importante en un equipo, es un desastre en las promociones de fútbol como se puede ver a continuación: http://www.bet365.es/news/es/betting/futbol/competiciones-uefa/ancelotti-no-quiere-marcharse.

Desde aquí viajamos a la responsabilidad del técnico. La poca frescura en zona de ataque sí es responsabilidad del italiano. Con Chicharito y Jesé infrautilizados, Cristiano Ronaldo, Benzema y Gareth Bale han jugado siempre que han estado disponibles, lo merecieran o no. Tanto el mexicano como el canterano han pasado absolutamente desapercibidos hasta, en el caso del jugador cedido por el Manchester United, el último tramo de la temporada. Esto, más allá de ayudar a Ancelotti, ha conseguido que quede más en evidencia ya que ha dado un nivel más que aceptable en sus apariciones. El entrenador podría haber rotado más y mejor. De eso no hay duda alguna.

Por último, aparecen los jugadores. Hay buenas noticias como el rendimiento de Kroos o James Rodríguez, dos de los fichajes de este curso. Pero hay otras que son realmente malas, focalizadas en las dos estrellas. El nivel de Bale, fundamental en las finales del año pasado, ha sido realmente malo. El equipo ha sido mejor cuando él ha estado lesionado y, a su vuelta, ha estado realmente desacertado. Muy impreciso en el pase y en el remate, ha pasado por muchos partidos desapercibido y, lo que es peor, cuando se ha notado su presencia ha sido más por sus errores que por sus aciertos. Por otro lado, aparece la figura de Cristiano Ronaldo.

Desde mi punto de vista, a un jugador que gana el Balón de Oro hay que pedirle más cosas además de goles. Tiene que desbordar, asociarse y, por supuesto, marcar goles. Pues bien, el ‘7’ madridista ya sólo cumple con la última parte, no aporta nada más. Resulta evidente a los ojos de uno que Bale y Cristiano no pueden estar juntos ya en el mismo equipo. La presencia de ambos a la vez provoca un cortocircuito demasiado grande en el ataque madridista.

Ahora bien, ventas y fichajes a un lado, es evidente que todos tienen que reflexionar acerca de sus méritos esta temporada. La autocrítica es absolutamente necesaria en este momento en el Real Madrid. Si realmente se consigue, saldrá de nuevo un proyecto ganador. Veremos.