Estafaban a dueños de perros perdidos asegurando que podían recuperarlos

Nueve personas han sido detenidas en el municipio de Ceutí por la comisión de estafas a propietarios de mascotas extraviadas, a quienes, mediante engaño, pedían cierta cantidad económica (entre 20 y 100 euros) para recuperar a los animales, algo que nunca ocurría. Hasta el momento, se han esclarecido 33 hechos delictivos de estafa cometidos en las provincias de Sevilla, Barcelona, Granada, Valencia, Logroño y Murcia.

La Guardia Civil de la Región de Murcia ha desarrollado la operación ‘SE BUSCA’, dirigida a la localización y detención de los autores de estafas a propietarios de animales de compañía.

La investigación se inició el pasado mes de junio cuando se conoció la presunta estafa a propietarios de mascotas, quienes, tras anunciar a través de Internet la desaparición de éstas, recibían la llamada de terceras personas que decían haberlas recuperado y solicitaban cierta cantidad de dinero para la entrega, si bien está nunca se producía.

Ante las sospechas que este hecho ilícito se hubiera cometido de manera sistemática, la Benemérita buscó coincidencias entre casos de similares características y averiguó que existían más de una treintena de denuncias -formuladas en comisarías y puestos de la Guardia Civil de distintas provincias españolas- donde las víctimas referían haber recibido llamadas o mensajes en las que un desconocido decía conocer el paradero de su mascota para cuya recuperación solicitaba cierta cantidad de dinero, que oscilaba entre los 20 y los 100 euros, aunque, finalmente, todo se trataba de un engaño.

Los agentes encargados de la investigación, tras un laborioso trabajo, lograron identificar y detener a nueve personas en Ceutí -seis mujeres y tres hombres, de nacionalidad española y con edades comprendidas entre los 19 y los 35 años, con relación parental- como presuntas autoras de delito continuado de estafa.

Se aprovechaban del valor sentimental de las mascotas

Se trata de una nueva modalidad delictiva consistente en recabar a través de Internet, anuncios de búsqueda de mascotas desaparecidas. En estas publicaciones las víctimas informaban de todos los detalles del animal perdido tales como raza, color y nombre, adjuntaban fotografías del mismo y facilitaban un teléfono de contacto para quien los pudiera haber visto.

Con esta premisa los ya detenidos, presuntamente, se ponían en contacto con los propietarios, mediante llamadas o mensajes, y alegaban que una tercera persona les había ofrecido el animal buscado a cambio de cierta cantidad de dinero y, como no disponían de tal cantidad, requerían a su dueño una transferencia bancaria para así poder hacer el pago y poder devolverles el animal.

Las víctimas, ante las expectativas de recuperar a sus mascotas y movidas por el valor sentimental de éstas, accedían a abonar el dinero, si bien en ningún caso lograron recuperarlas.