Flores y velas en el lugar donde ocurrió la fatídica cogida y allí donde desempeñaba su trabajo habitual como vendedor de la ONCE. Los vecinos de Abarán y Blanca han querido así recordar a Rafael después de su inesperado adiós como consecuencia del triste suceso ya por todos conocido
El destino estaba escrito. El astado marcado con el número 96 de la ganadería de Cebada Gago, de nombre ‘Dormilón’, salió ‘bien despierto’ para comandar la manada que habría de participar en el que pasará a la historia como el más trágico de cuantos configuran la historia de los Encierros de Blanca: el del jueves 13 de agosto de 2015, fecha en la que se contabilizó su primera víctima mortal.
El fatídico percance tuvo lugar en el inicio del recorrido (calle Barrionuevo). El primero de los novillos-toros que sale de los corrales resbala y cae, pero se recupera con rapidez y fija su vista en un espectador: Rafael. Éste, a pie de calle, aunque muy cerca de las tablas en un lugar contrario al sentido por el que normalmente se conducen los astados, intenta ponerse a salvo encaramándose a ellas, pero no logra conseguirlo, recibiendo entonces la feroz embestida de ‘Dormilón’, que se ensaña con el hombre y le cornea hasta en seis ocasiones provocándole heridas que acabarían en fatal desenlace.
Rafael tenía 55 años, era padre de tres hijos y hacía poco que se había convertido en abuelo, por lo que aguardaba con una gran ilusión el momento del bautizo de su primer nieto. Trabajaba en la ONCE desde el año 2013 y, a base de su generoso esfuerzo y constancia, había sabido ganarse la confianza de sus superiores y el cariño de los que eran sus clientes, tanto en su Blanca natal como en Abarán. «Era un buen trabajador, muy respetuoso con sus compañeros y muy amable en el trato a sus clientes. Desde el momento que supimos la triste noticia nos pusimos a la entera disposición de la familia», explicaba Juan Antonio Sánchez, jefe de ventas de la ONCE.
Siempre con un cordial saludo y una sonrisa, desempeñaba su trabajo como vendedor del conocido cupón. En Abarán solía hacerlo de manera habitual en la Avda. de la Constitución, en las proximidades de los supermercados de la zona. «Hace uno días me acerqué a él y le pedí dos números iguales y que acabaran en 7. Miró entre los que llevaba y no encontró. Entonces me dijo, “te voy a dar dos que me había guardado para mí. Son iguales y llevan un 7”. A ver si tienes suerte y te acuerdas de mí», relataba Carmen. «Yo no soy compradora habitual, pero de vez en cuando me gusta colaborar y probar suerte», añadía.
La muerte de este blanqueo tiñó de luto las fiestas de Blanca y llenó de consternación y tristeza a los vecinos del pequeño municipio del Valle de Ricote. Las condolencias no se hicieron esperar y nada más conocerse la fatal noticia las redes sociales comenzaron a llenarse de mensajes de apoyo y de ánimo hacia los familiares del fallecido. «Descansa en paz amigo. Mucho ánimo para la familia», escribía Tamara Molina, transmitiendo así su pesar y el de cientos y cientos de personas que dejaron latente su conmoción ante lo ocurrido.
Jornada de luto oficial
El Ayuntamiento de Blanca, tras una Junta de Portavoces extraordinaria convocada por el alcalde, Pedro Luís Molina, decretó «un día de luto oficial y decidió suspender los actos organizados por el Ayuntamiento hasta tanto se produjera el entierro del vecino. Las banderas del consistorio, que ondearon a media asta, lucieron crespón negro».
También fueron suspendidos los aperitivos taurinos programados para el viernes día 14 y organizados por el Círculo Taurino de Blanca.
El consistorio blanqueño transmitió a la familia el pésame de parte de la Corporación Municipal y en nombre de todo el municipio, y deseó una pronta y total recuperación al otro herido durante el Encierro.
Además, antes del inicio de la novillada que se celebró el viernes, en la que no hubo banda de música en señal de duelo, se guardó un minuto de silencio. Durante la lidia, Ginés Marín brindó al cielo su primer novillo en recuerdo de Rafael.
Por otra parte, a iniciativa del Ayuntamiento de Blanca, se colocaron flores en el lugar donde tuvo lugar la fatídica cogida, instando a los vecinos a que hicieran lo propio. Igualmente, en Abarán, algunos vecinos colocaron velas y flores en su recuerdo. Lo hicieron en el lugar donde él solía estar cada día vendiendo el cupón de la ONCE.
Los restos de Rafael, tras ser velados en el Tanatorio de Cieza, fueron conducidos hasta la iglesia de San Juan Evangelista de Blanca, donde, el sábado día 15, con el templo abarrotado, se le rindió el último adiós. D.E.P.
Trágico fin de semana
En apenas tres días fueron cuatro las personas que perdieron la vida en los distintos festejos taurinos que se celebran por toda la geografía española.
Además de lo ocurrido en Blanca, un participante en los conocidos como ‘bous al carrer’ del municipio valenciano de Museros, resultó herido de gravedad por asta de toro, falleciendo de manera posterior en el hospital al que había sido trasladado.
Otro varón moría debido a las heridas producidas en la cogida sufrida durante un encierro celebrado en la localidad vallisoletana de Peñafiel.
El último de los fallecidos fue un joven 18 años que resultó corneado en el abdomen en una suelta de vaquillas en Lerín (Navarra).







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