Dos vecinas de Blanca condenadas por delito continuado de estafa y falsedad

Dos vecinas de Blanca han sido condenadas a veintiún meses y un día de prisión por un delito continuado de estafa y falsedad documental por adquirir, mediante financiación y a través de distintos concesionarios de vehículos, hasta cuatro turismos de distintas marcas y precios, los cuales, al menos dos de ellos, fueron vendidos luego en empresas de compra venta sin haber llegado a pagar ni una sola cuota de las cantidades financiadas adeudadas. Las condenadas deberán devolver también una cantidad superior a los 46.000 euros a las entidades financieras perjudicadas.

Los hechos se remontan al 13 de noviembre del año 2006 cuando, «actuando de común acuerdo y movidas por el ánimo de obtener un provecho económico», tal y como recoge la sentencia a la que ha tenido acceso esta redacción, abrieron una cuenta de ahorros en una sucursal bancaria de Murcia y manipularon el contrato de trabajo para que una de las implicadas apareciera laboralmente como indefinida (en lugar de por duración determinada, como lo era en realidad), y con un salario superior al que realmente percibía.

Ese mismo día (13 de noviembre), se dirigieron a un concesionario de vehículos de la marca Chevrolet y, aportando los documentos falseados, adquirieron, en modo de financiación, un vehículo modelo Nubira por importe de 15.600 euros, poniendo como cuenta para el cobro de las cuotas la abierta unas horas antes, donde nunca hubo saldo suficiente para el cargo efectivo de cuota alguna. Pocos días después y a través de terceras personas no identificadas, este vehículo fue depositado en una empresa de compra venta donde, pasadas unas semanas, fue adquirido por un comprador al precio de 12.000 euros.

Solo tres días después, siguiendo el mismo procedimiento y aportando los documentos confeccionados para aparentar una mayor solvencia, las juzgadas se dirigieron a una empresa ubicada en Espinardo y realizaron la compra de un vehículo marca Hyundai por valor de 11.000 euros, consiguiendo la financiación de 9.743 de ellos y de los cuales tampoco llegaron a abonar cantidad alguna, dándose la circunstancia de que este vehículo fue vendido, en febrero de 2007, a una tercera persona por 8.000 euros.

Con idéntica estrategia, el 4 de diciembre lograron adquirir otro vehículo, en esta ocasión un Volkswagen Golf sin matricular y procedente del extranjero, por importe de 11.282,05 euros, y, a finales de ese mismo mes y en otro concesionario iniciaron las gestiones para la compra de un Fiat Punto por 6.500 euros, realizando un desembolso de 1.500 euros y financiado el resto, aunque, en este caso, el vehículo pudo ser intervenido antes que fuera retirado por la compradora.

Además, con el mismo proceder, en noviembre de 2016 acudieron a un establecimiento de venta de electrodomésticos y adquirieron un ordenador portátil, otro de sobremesa, dos impresoras, dos webcam y una maleta portátil, todo ello por un importe de 4.328,69 euros, consiguiendo, en atención a la documentación manipulada ya referida, la financiación con cargo a la citada cuenta corriente, en la que, como en los otros casos, no pudo ser cargada ninguna cuota por carecer de saldo. Se da la circunstancia de que, cuatro meses después, al conocer los hechos, la madre de una de las procesadas compareció en la Jefatura Superior de Policía en Murcia y devolvió parte de los materiales, los cuales fueron valorados pericialmente en 1.289 euros.

Por todo ello, las dos enjuiciadas en esta causa han sido condenadas como autoras criminalmente responsables de un delito continuado de estafa, a 21 meses y un día de prisión, debiendo además indemnizar solidariamente a las entidades financieras perjudicadas con las cantidades de 25.343,50 euros, 3.039,69, 11.636,72, y 6.490,56 euros, respectivamente, lo que hace un total de 46.510,47 euros.