El acusado de matar a su tía en Abarán se enfrenta a prisión permanente revisable

El acusado de matar a Maruja, vecina de Abarán que fue encontrada muerta en su domicilio de la calle doctor Molina en abril de 2019, se enfrenta no solo a un delito de asesinato: la Fiscalía también lo acusa de una violación consumada, de allanamiento de morada y otra agresión sexual en grado de tentativa cometida contra la mujer, así lo relata la periodista Ana Lucas a través de una información que hoy se puede leer en el diario La Opinión.

El Ministerio Público pide para el encausado, de 40 años de edad, 15 años de cárcel por la violación, dos más por el allanamiento de morada, nueve por la agresión sexual en grado de tentativa y prisión permanente revisable por el asesinato, según se puede leer en la calificación fiscal del caso. Es la primera vez que la Fiscalía pide para un procesado en la Región la pena máxima.

Tiene claro la Fiscalía que el acusado pudo haber llegado a violar a Maruja en un episodio que habría ocurrido en enero de 2019, y que tres meses después, en abril, dado que la mujer ya no le abría la puerta, cogió una copia de las llaves de la casa (copia que tenía su madre). «De esta forma el acusado se introdujo en la vivienda sin la autorización de su moradora. Una vez en el interior el acusado, esgrimiendo una navaja que colocó en la parte frontal del cuello de la mujer, conminó a ésta a ir al dormitorio para tener relaciones sexuales. Ella se negó (... ...). Acto seguido el acusado, con la evidente intención de causarle la muerte para evitar que se descubrieran los ilícitos por él cometidos, asestó a la misma tres cuchilladas en el cuello que causaron la muerte. Maruja, que en el momento de producirse los hechos tenía 82 años, no pudo defenderse debido a su avanzada edad». Tras matarla, le puso un pañuelo en la zona de las heridas para ocultarlas intentando que pareciera que había fallecido de muerte natural, le arreglo la ropa, cambió la colcha de la cama manchada de sangre por otra limpia, dejó la cama hecha y la habitación ordenada, y se fue.

Dos años después de aquel suceso, el acusado sigue en prisión provisional a la espera de juicio, y aunque recientemente pedía al juez salir en libertad provisional, primero el Juzgado de Instrucción nº1 de Cieza y recientemente la Audiencia Provincial de Murcia han desestimado la petición. La defensa del presunto autor de los hechos alega que el ADN hallado en la mano de la difunta no es del acusado y que no se hallaron sus huellas en el domicilio. Sin embargo la Audiencia Provincial, al desestimar su recurso, recuerda que al principio, cuando hallaron a la octogenaria muerta, se llegó a pensar en un deceso natural, por lo que la vivienda fue limpiada y el escenario del crimen, por ende, contaminado.

También detalla que aún no se ha hecho el informe forense sobre la personalidad del sospechoso y que «La solicitud penológica es tan alta -la máxima que contempla el actual Código Penal español- que lleva claramente intrínseca el riesgo de fuga, más cuando el procesado cuenta claramente con la ayuda de sus familiares directos», expone el Ministerio Fiscal.