Un centenar de moteros hacen rugir sus motos en la despedida a Francisco

Cientos de personas despidieron este domingo a Francisco en un emotivo sepelio celebrado en una abarrotada iglesia de Santiago Apóstol en Hoya del Campo. Más de un centenar de aficionados a las dos ruedas -llegados desde distintos puntos de la geografía murciana y de otras provincias-, quisieron darle el último adiós haciendo rugir sus motos al unísono en recuerdo y homenaje al joven y a su gran pasión por el mundo del motor.

Los moteros se fueron concentrando de manera silenciosa en las cercanías de la plaza Aranaga y Gorostiza y sus aledaños y, tras el funeral, el rugir de las motos y un profundo aplauso se fundieron con el intenso dolor de familiares y amigos.

La comunidad motera escoltó al coche fúnebre hasta el cruce de Abarán, desde donde los restos mortales del joven continuaron su última ruta terrenal de camino hacia el Tanatorio de Calasparra para ser incinerados.  

Agradecimiento

La familia de Francisco quiere agradecer las incontables muestras de afecto, apoyo y cariño recibidas desde el mismo momento en que se conoció la triste noticia, y expresa su más sincero y profundo agradecimiento «hacia todas aquellas personas que han estado y están a nuestro lado en estos duros momentos. Gracias desde lo más profundo de nuestros corazones por demostrarnos el gran aprecio que teníais por él».