Quintín Sánchez, el joven boliviano cuyo cadáver fue descubierto tras el incendio originado en su vivienda de Abarán, podrá recibir sepultura en su Bolivia natal. La repatriación de sus restos mortales va a ser posible gracias a la colaboración de buena parte de sus compatriotas, amigos, familiares y compañeros de trabajo, que han contribuido económicamente para sufragar los gastos del traslado.

Como ya adelantó este medio, la colectividad boliviana en Abarán inició una recolecta para reunir el dinero necesario y hacer posible que los restos de Quintín puedan retornar hasta la ciudad de Aiquile, en la provincia de Cochabamba, su lugar de nacimiento y donde le espera su familia para darle cristiana sepultura.

Antes de producirse este viaje de retorno a Bolivia, familiares y amigos tuvieron ocasión de velar su cadáver en el Tanatorio de Cieza, donde este martes se ofició una misa funeral por su eterno descanso.

Uno de los hermanos del fallecido, que custodiará sus restos mortales durante el trayecto, ha agradecido la ayuda brindada. «Mil gracias a toda la gente que ha hecho posible que Quintín pueda volver a su tierra», expresó.

Continúa la investigación

Mientras, los agentes de la Guardia Civil que se han hecho cargo de la investigación continúan con las pesquisas para despejar las incógnitas que rodean a este trágico suceso, y aunque oficialmente no ha trascendido información alguna, fuentes próximas a la familia del fallecido han descartado que todo pueda obedecer a un suicidio. «Sabemos que Johnny -nombre con el que se conocía cariñosamente a Quintín- es inocente y no ha podido hacer todo lo que se está especulando sobre él. Confiamos en la justicia».