El diario ‘La Opinión’ recoge en su edición del domingo 9 de abril una información de Claudio Caballero acerca de la denuncia de un vecino de Abarán interpuesta contra el Ayuntamiento por el ruido que provoca el reloj de la iglesia de San Pablo. Este vecino, Juan Yepes, asegura que las campanadas horarias en las horas nocturnas le provocan un «problema de ansiedad».
En su escrito de denuncia, este vecino acusa al Ayuntamiento de no aplicar la ordenanza de ruidos, y asegura que todas las noches tiene que soportar «el campaneo a todas las horas en punto, a los cuartos, las medias y a y tres cuartos», lo que dice haberle provocado un problema de «sueño, irritabilidad y ansiedad» que le ha llevado hasta tener que medicarse.
Este vecino señala que ya viene sufriendo el problema durante varios años. «He hablado tanto con los responsables de la iglesia como con varios concejales del Ayuntamiento, sin que hasta la fecha hayan puesto una solución», explica Yepes, quien recalca que las «ordenanzas por ruidos municipales son claras a este respecto y no se están cumpliendo».
El redactor de esta información intentó recabar la opinión del actual cura párroco de la iglesia de San Pablo, José María Hidalgo, quien se limitó a decir que este es un problema entre el vecino afectado y el Ayuntamiento de Abarán. No obstante, sí apuntó que se trata de un reloj que data del siglo XIX, de gran valor artístico y sentimental para los vecinos.
Fuentes del Ayuntamiento de Abarán confirmaron a ‘La Opinión’ que este lunes responsables municipales se reunirán con el vecino afectado para intentar adoptar una solución. No obstante, desde el Consistorio afirman que las campanas de San Pablo «están sonando desde el siglo XIX sin que nadie, hasta la fecha, se haya quejado», no al menos hasta este punto.
Malestar vecinal
El asunto ha provocado cierto malestar entre los vecinos que están a favor del sonido de las campanas del reloj y los que están en contra, hasta el punto de que ambos 'bandos' han iniciado, por separado, una recogida de firmas.
Los que quieren que sigan las campanadas, que dicen tener ya el apoyo de más de 1.000 vecinos, se manifiestan «a favor de las campanas de las iglesias de San Pablo y de San Juan Bautista de la misma forma que se lleva realizando durante siglos en nuestro pueblo».
En la parte contraria, quienes quieren que las campanadas cesen -al menos durante la madrugada- se amparan en la ordenanza de convivencia ciudadana y encabezando el folio de recogida de firmas rogando al Ayuntamiento «que haga cumplir las ordenanzas municipales de regulación de la convivencia ciudadana (artículos 9 y 10) y ruidos (artículo 13)».
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.219