La institución también ha nombrado como académicos a la pintora murciana Carmen Artigas y al catedrático de Modelado y Dibujo Artístico Dionisio Paje
La pintora Carmen Artigas, el escultor Dionisio Paje y el periodista abaranero Pedro Soler, han sido elegidos miembros de número de la Real Academia de Bellas Artes Santa María de la Arrixaca. Con estos nombramientos, la Academia logra, por primera vez, completar el número de académicos numerarios, que asciende a treinta.
Pedro Soler (Abarán, 1943) se integra en la sección de Comunicación y Arte de la Imagen. Aunque jubilado como periodista del diario 'La Verdad', en este periódico continúa colaborando asiduamente en la sección de Cultura, y en los suplementos 'Ababol' y 'GPS', con entrevistas a pintores, escultores y artistas en general, y con sus comentarios de actualidad en torno a las exposiciones en las galerías murcianas. Es una labor, que cultivó desde los años setenta, junto a otras tareas profesionales. Autor de varios libros sobre personajes y temas murcianos, es también Cronista Oficial de Murcia.
El director de la Academia de Bellas Artes, Francisco Marín, consideró la elección de los nuevos académicos como «un acierto, porque cada uno de los elegidos ha alcanzado, a lo largo de su trayectoria, méritos artísticos y profesionales para ocupar un puesto en la Academia».
«Si esperan en la Academia que me ponga pajarita, que lo hagan sentados»
«Murcia es una región de grandes artistas que, además, son buena gente», dice Pedro Soler (Abarán, 1943), quien ha sido elegido académico de número de la Real Academia de Bellas Artes Santa María de la Arrixaca, que en su última sesión ha votado a favor de su elección y de la de los creadores plásticos Carmen Artigas (Murcia, 1949) y Dionisio Paje (Madrid, 1937). Con estos nombramientos, la Academia, presidida por Francisco Marín, logra, por primera vez, completar el número de académicos numerarios, que asciende a treinta.
Periodista, escritor, crítico de arte y cronista oficial de Murcia, Pedro Soler ha estado vinculado a 'La Verdad' desde sus inicios en el mundo de la comunicación, y tras su jubilación sigue enriqueciendo, con su firma y sus colaboraciones, la sección de Cultura y los suplementos de fin de semana 'GPS' y 'Ababol' de este periódico. Autor de varias publicaciones en las que se recupera, con rigor científico y pasión humanística, la mejor historia de Murcia, rica en creadores cuya obra sigue iluminando a día de hoy el quehacer de las nuevas generaciones de artistas, su último libro lleva por título 'Martínez Tornel: el gran cronista de Murcia y su huerta'.
«Si hay algo de lo que me siento orgulloso, además de mi familia y de mis perros -por cierto, aprovecho para decir, desde aquí, que si alguien los quiere se los puede llevar... a los perros-, es de haber podido aprender y disfrutar de la amistad con personajes de esta tierra a los que no deberíamos olvidar. Hablo, por ejemplo, de los pintores José María Párraga, Manuel Muñoz Barberán, María Dolores Andreo, Aurelio, Molina Sánchez y tantos otros que ya nos dejaron; de los vivos, no voy a nombrar a ninguno, si a usted le parece bien, porque me está esperando mi hija para pasear a la nieta y el listado sería interminable, porque son muchos a los que admiro».
Uno de los méritos de Pedro Soler está claro: la facilidad para hacerse querer, por la generosidad sincera con la que se mueve por la vida; algo a lo que hay que sumar el respeto que genera en los demás su buen juicio y su sólida independencia intelectual. «Pedro Soler es único, nadie se le parece ni podría igualarle, es como un milagro», dice de él Francisco Sánchez Bautista, el veterano poeta, quien al igual que hacía el pintor y escritor Ramón Gaya, el primer creador en recibir el prestigioso Premio Velázquez, valora también de Soler lo divertido de su trato, esa saludable predisposición a mantener siempre viva la esperanza con la que mira curioso el mundo.
«Desconozco qué méritos hay que acumular para ser miembro de la Academia de Bellas Artes», indica Soler, si bien reconoce que «es cierto que llevo muchos años ocupándome de temas relacionados con el arte, desde que en 'La Verdad' se publicaba el 'Semanario Murciano', allá por los años setenta, pero pienso -añade-, que en mi elección puede haber influido la relación que siempre he tenido desde su fundación con miembros de la Academia, muchos de ellos desaparecidos, lamentablemente, pero también con los actuales, en su gran mayoría».
Explica Soler que «hace bastantes años hubo quien pretendió que fuese elegido académico, pero entonces me negué porque no siempre uno vive el momento oportuno para aceptar determinadas ofertas. Ahora, se me replanteó el tema y ya no me pude negar, porque entre los implicados para mi designación se encontraba García Martínez, con quien me unen lazos profesionales y de amistad muy profundos. Me parecía una afrenta decirle que no». Además, «también han sido muchos los académicos que han votado a mi favor, según me cuentan, supongo que con la esperanza de que pueda comportarme, pese a mi modo de ser, de un modo positivo con las actuaciones de la Academia. Tengo que agradecérselo, a la vez que alabo a quienes se hayan podido oponer, porque me parece justo que todos nos comportemos lo más libremente posible. En definitiva, me ha sucedido como cuando me nombraron cronista oficial de Murcia. Por diversas circunstancias, no podía negarme».
Así es que se siente «satisfecho, por supuesto que sí, y agradecido», y no quiere dejar de felicitar «a Carmen Artigas y a Dionisio Paje, a quienes considero artistas respetables y enamorados de su trabajo», termina diciendo este abaranero.
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