Técnicos de la Dirección General de Carreteras, acompañados por el alcalde de Abarán, y el jefe del servicio de Aqualia, visitaron este martes la carretera A-22 (de acceso a Hoya del Campo), donde está previsto la realización de una serie de mejoras estructurales y la ampliación de la calzada.
Se trata de una carretera por la que circulan al año más de 867.000 vehículos, según los datos que maneja la Consejería de Fomento, que ha estudiado un proyecto de actuación que abarcaría reformas en unos 4 kilómetros de la citada vía, que actualmente tiene una anchura de 7 metros y 2 carriles, uno por cada sentido. Las obras consistirían en la ampliación de la plataforma hasta un total de 10 metros, con dos carriles de 3,5 metros cada uno y arcenes de 1,5 metros.
Para llevar a cabo estos trabajos es necesario que, previamente, el Ayuntamiento de Abarán realice los trabajos necesarios para acometer el desvío de una tubería de abastecimiento de agua potable que discurre paralela a la carretera.
Esta es una antigua demanda en la que el alcalde de Abarán viene insistiendo desde hace años y cuya propuesta ya ha sido presentada ante los cuatro titulares de la Consejería de Obras Públicas que han ostentado el cargo en los últimos años: Antonio Sevilla, Manuel Campos, Francisco Bernabé, y el actual, Pedro Rivera. «Esta misma semana vamos a contratar a un ingeniero para que haga el proyecto del cambio de la canalización de agua potable y sustituir las conducciones de fibrocemento por otras de fundición o pvc y, a continuación, estaremos en contacto con la Dirección General de Carreteras para que desarrolle el proyecto de mejora y ensanche de la calzada», explicaba Jesús Molina.
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