Una de las habitaciones con una de las puertas del armario rota y todo removidoInsólito robo el que se producía este martes en un domicilio de la calle Churruca, en Abarán, no ya por el modo de operar de quien o quienes lo perpetraron, sino por la argucia empleada para conseguir que la casa, habitada por una humilde familia de origen magrebí, se quedara vacía y a merced de la persona o personas que pretendían entrar en ella con no buenas intenciones.
Era media mañana cuando el teléfono móvil de la madre de familia recibía la que sería la primera de dos llamadas que fueron realizadas con número oculto. El interlocutor, que dijo llamar desde el CEIP Virgen del Oro, solicitaba su presencia en el colegio -donde el matrimonio tiene escolarizados a sus dos hijos-, pidiéndole que lo hiciera con la máxima premura.
La mujer, que se encontraba realizando quehaceres propios del hogar, se entretuvo unos diez minutos para concluir una de las tareas que tenía entre manos, retrasando así su salida de la casa. Y de nuevo sonó el teléfono. Era la misma persona de la llamada anterior, que le insistía en que debía acudir cuanto antes al centro educativo.
Este segundo requerimiento hizo que, entonces sí, saliera de la casa y se encaminara hacia el colegio, donde, a su llegada y tras preguntar a varios profesores, comprobó, extrañada, que nadie sabía nada al respecto de las llamadas recibidas.
La casa registrada de arriba abajo
La mujer volvió entonces sobre sus pasos y regresó a la vivienda, descubriendo al momento que todo lo anterior obedecía a una ingeniosa treta para sacarla de casa, ya que los amigos de lo ajeno, aprovechando su ausencia, se habían adentrado en ella con total impunidad, revolviendo armarios y cajones y esparciendo todo su contenido por las habitaciones, llegando incluso a levantar los colchones de las camas para buscar hasta en el más pequeño recoveco.
Desconocemos si, finalmente, los amigos de lo ajeno pudieron llegar a llevarse algo de valor durante este asalto, ya que, en el momento de redactar esta información, los moradores de la vivienda estaban a la espera de la llegada de la Guardia Civil para la inspección ocular y la recogida de pruebas, por lo que no habían querido tocar nada en las dos habitaciones donde mayormente se observaba el desorden provocado.
Fuentes policiales consultadas aconsejan «Extremar siempre la cautela al hablar por teléfono con alguien que llame desde un número oculto, y, en caso de duda, colgar sin dar ningún tipo de explicaciones».

≈ Emplazamiento publicitario ≈











Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.119