Abarán revivió este miércoles una de las tradiciones más antiguas y emblemáticas de la religión católica: el Miércoles de Ceniza, una jornada en la que tanto la iglesia de la Ermita, como la San Juan Bautista acogieron desde primera hora hasta seis citas en las que los sacerdotes impusieron las cenizas en forma de cruz en la frente de cada feligrés como símbolo de la mortalidad y el arrepentimiento.

Los más madrugadores pudieron recibirla en la misa que tuvo lugar a las 07:30 horas en la iglesia de San Juan Bautista, y, una hora y media más tarde (09:00), en el oficio religioso que se celebró en la iglesia de la Ermita.

Hubo también dos citas para los niños y niñas que están realizando la catequesis para tomar la Primera Comunión: a las 17:00 horas, tanto en la iglesia de San Juan Bautista, como en la de la Ermita.

Y ya, por último, habrá imposición de la ceniza y eucaristía en la iglesia de la Ermita (a las 18:30 y 19:00 horas), y en San Juan Bautista a las 19:00.

Cabe recordar que estas cenizas, que se elaboran a partir de la quema de los ramos de palma y olivo del Domingo de Ramos del año anterior, son bendecidas y colocadas sobre la frente de los fieles como signo de la caducidad de la condición humana, como signo penitencial y de conversión, que debe ser la nota dominante durante toda la Cuaresma.

La imposición de la ceniza es realizada sobre los fieles haciendo una cruz en sus frentes mientras se repiten algunas frases como ‘Conviértete y cree en el Evangelio’, o 'Recuerda que polvo eres y en polvo te has de convertir’, para significar que la vida es efímera.

Esta celebración, que puede acontecer entre el 4 de febrero y el 10 de marzo de cada año, sucede 46 días antes de la Pascua, aunque se considera que la Cuaresma tiene 40 días de duración, ya que no se cuentan los domingos.