
Recibo con enorme tristeza y pesar el fallecimiento de Federico Cabanes Tudela, persona por la que sentí una gran admiración y aprecio a lo largo de más de 40 años.
Pese a nacer en Villanueva de Castellón (Valencia), un 21 de febrero de 1940, se sentía un abaranero más, pues llegó a nuestra localidad en el año 1965. Aquí conoció a Mercedes de la Fuente Tornero, con la que se casó el 5 de mayo de 1966 en la iglesia de San Pablo, la misma en la que le rendimos el último adiós el pasado domingo 28 de julio. Fruto de su matrimonio, nacieron dos hijos y dos hijas que le proporcionaron ocho nietos.
Su llegada a Abarán fue por motivos deportivos, pues tras permanecer dos temporadas como jugador de fútbol en el Eldense, en Tercera División (la 63-64 y la 64-65), recaló en el CD Abarán para disputar la 65-66, también en Tercera. Al año siguiente, Federico se marchó al Manchego (Ciudad Real), junto al internacional paraguayo Amarilla, para culminar su carrera deportiva como centrocampista en el CD Cieza durante la campaña 1967-1968. Fueron trece los años que ejerció como futbolista, tras los que no se desligó del deporte, ya que, después de colgar las botas, colaboró intensamente con el Abarán CF, del que fue directivo y secretario técnico.
En materia laboral, fundó en 1971 la empresa Cofrisur, una compañía que se convirtió en referente en el sector del frío industrial por su seriedad y compromiso. Llegó a tener hasta 35 trabajadores. Se jubiló en el año 2005, tras 34 años de intensa actividad empresarial.
Pero de lo que más ha disfrutado Federico ha sido de su familia, a la que adoraba. «Mi padre nos enseñó a respetar a las personas, a los animales, a la naturaleza y el deporte, y a tener paciencia. Fue un hombre muy humano y formal, amén de un buen padre y mejor persona, un verdadero ejemplo en mi vida», reconocía su hija Begoña.
Federico fue concejal de Hacienda con el Partido Popular en el Ayuntamiento de Abarán desde 2003 a 2011. Primero estuvo en la oposición, para más tarde entrar en el equipo de gobierno. «Abaranero de adopción, Federico fue un hombre de extraordinaria inteligencia y profundas convicciones, con la familia y la empresa como pilares fundamentales de su vida. Como concejal hizo un trabajo inmenso, tanto en la oposición como en el gobierno municipal, al servicio de todos los abaraneros, con rigor y autoridad», escribían los populares en redes sociales tras conocer el fallecimiento de Federico.
¡Descansa en paz, querido amigo! ¡Te has ganado el cielo!
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