La familia del Partido Popular de Abarán y también muchos vecinos y amigos, están de luto por el fallecimiento del abogado Basilio Gómez Castaño (Caravaca de la Cruz, 1952), que fue alcalde de nuestro municipio entre 1999 y 2003. Anteriormente, fue concejal en la legislatura 1991-1995, así como primer teniente de alcalde entre 1995-1999.

Basi conoció a su mujer, Amparo Cabañas, en Salamanca, y contrajo matrimonio el 23 de diciembre de 1978 en la iglesia de la Virgen de la Luz (Cuenca), con la nieve como protagonista. Tenía un hijo y una hija que le han dado y cuatro nietos por los que sentía adoración. Era el menor de tres hermanos. El ictus que sufrió en el año 2006 ha ido degenerando en diversas patologías, lo que motivó que, un año después de sufrirlo, decidiera trasladar su residencia a Murcia. 

Bajo su mandato en la alcaldía se produjo la reinauguración del teatro Cervantes y la plaza de toros, así como la puesta en marcha del Centro de Conciliación para la Vida Laboral y Familiar 'Celia Gómez Buendía', en Hoya del Campo, los centros sociales en San José Artesano y en la barriada Virgen del Oro, y la puesta en funcionamiento de la depuradora de aguas residuales (EDAR), en Cañada Hidalgo. Todos esos logros cuando ejercía como presidente de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis Valcárcel. Precisamente, el Consejo de Gobierno de la Región de Murcia le nombro director general de Inmigración y Voluntariado, cargo en el que cesó en menos de un año debido a su enfermedad. 

De trato correcto y educado, y buen padre de familia, Basilio deja innumerables amigos tanto en Abarán como en el conjunto de la Región de Murcia. Amante de las tradiciones abaraneras y devoto de nuestros los patronos, San Cosme y San Damián y la Virgen del Oro, sentía pasión por su perro 'Yanko, ya desaparecido. 

El cronista oficial de Abarán, José Carrasco, destaca de el «sus buenas maneras y ejemplo de tolerancia», mientas que quien fue su adversario político en el año 2003, pero amigo ante todo, Antonio Francisco Gómez, manifestó tras enterarse de su fallecimiento, que «he perdido un amigo de la infancia, noble, educado y bella persona», y recordó que, «el año en el que ambos éramos candidatos a la alcaldía de Abarán, adoramos juntos El Niño en mi casa». 

Su cuerpo fue velado en el Tanatorio de Jesús, en Espinardo,  y continuación, fue enterrado en el cementerio de Abarán. El Consistorio abaranero ha declarado dos días de luto oficial. Descanse en paz.