Un foco de la parte derecha del campanario de la Ermita de los Santos Médicos fue el origen de un conato de incendio que nos mantuvo en vilo en la noche de este jueves. Un vecino que pasaba por la zona, tras divisar el humo, daba rápidamente la voz de alerta.

El humo, que salía desde lo alto del campanario, fue detectado por este vecino que pasaba por la calle Ermita. De inmediato alertó a la Policía Local, que se dirigió rápidamente hasta allí y gestionó la obtención de las llaves del templo para poder acceder a la zona afectada.

El párroco de la iglesia de San Pablo, Miguel Ángel Saorín, tras ser avisado de lo que ocurría, se apresuró en llegar hasta la Ermita para abrir la puerta y permitir que los agentes policiales accedieran hasta el punto donde se divisaba el humo.

Afortunadamente, todo quedaba en un susto, ya que la situación pudo ser rápidamente controlada por los propios agentes de la Policía Local de Abarán.

Todo hace pensar que el calor del potente foco, encargado de iluminar parte del campanario, prendió un saco de serrín que se encontraba en ese lugar y podría haber caído sobre él, lo que generó que se encendiera el serrín y ocasionara la humareda. Por fortuna se actuó rápido y el incidente no fue a más.

Ya más tranquilo, una vez todo bajo control, el párroco relataba lo ocurrido: «Hemos tenido esta noche un pequeño incidente, un pequeño conato de incendio en el campanario causado por un foco que prendió fuego. Todo está controlado, no ha pasado nada, principalmente ha sido el susto por el humo, que provocó más preocupación que daños reales, que prácticamente no ha hecho ninguno. Todo está en orden y vamos a seguir con las fiestas porque todo ha quedado en un susto», expresaba Don Miguel Ángel para tranquilidad de los vecinos.

«Gracias por la colaboración ciudadana, siempre tan importante, y enhorabuena a estos compañeros que siempre están al pie del cañón», han expresado fuentes policiales a modo de agradecimiento.