
Es inconcebible que en pleno siglo XXI los vecinos de Abarán tengamos que soportar una imagen nada edificante para los ojos de propios y extraños. Vaya por delante que esta opinión no es una crítica destructiva, sino todo lo contrario.
Me refiero a la “estampa” que presenta la deteriorada fachada que luce uno de los edificios de la antigua y emblemática Era (hoy Plaza de la Zarzuela), frente a la balconada de la histórica Plaza de Toros y entre Correos y la Oficina de Turismo. Curioso emplazamiento de esta deslucida fachada junto a dicha oficina.
El mal estado de esta fachada no viene de ayer, ni del mes pasado, ni del año pasado. ¿Saben ustedes el tiempo que luce así? ¿Saben ustedes las corporaciones de distinto signo político que han mirado para otro lado en pos de su arreglo?
Pues bien, la respuesta a la primera pregunta es entre 40 y 45 años; y la respuesta a la segunda son 12 corporaciones: UCD (1), Independientes (2), Independientes-PP (1), PP (5) y PSOE (3). Y nos volvemos a preguntar: ¿En tantos años y con tantas corporaciones, no ha habido nadie que haya puesto remedio a semejante “foto”? Está claro que la desidia y la pasividad de unos y otros se han impuesto al bien común.
¿Soluciones? ¡Claro que las hay! Lo único que no tiene solución en esta vida es la muerte. Ahora que están de moda los fondos europeos, aprovechémonos y busquemos financiación y al mismo tiempo metamos en el mismo paquete a otras fachadas -que las hay-, que también presentan un mal estado de conservación-, o dialoguemos con los propietarios y los residentes para ejecutar la actuación en un porcentaje de un 70/30 por ciento e incluso un 80/20 por ciento, que es lo que suele hacerse en este tipo de infraestructuras. Tampoco costará un ojo de la cara enlucir esta fachada, digo yo. Y si con estas posibilidades no llegamos a buen puerto, por lo menos lo habremos intentado, y será cuestión entonces de hacer uso de otras medidas de apercibimiento o ejecución por parte de la administración local para luego cargar los costes a sus legítimos dueños. No será la primera ni la última vez que se practique. Lo que no podemos hacer es quedarnos dormidos.
Está bien acudir a Fitur -lo considero un gasto innecesario, pues hay necesidades más urgentes que atender en el municipio- para exponer nuestras norias, nuestro río, nuestra huerta y nuestras tradiciones, pero a la vuelta y nada más adentrarnos en la Garita y acceder a la Plaza de la Zarzuela, nos topamos con la triste realidad, de la IMAGEN DE LA VERGÜENZA.
Lo de “una imagen vale más que mil palabras”, viene al pelo. Y los que sentimos y queremos a nuestro pueblo, que somos muchísimos, no podemos permitirnos ni un minuto más contemplar esta patética imagen de la fachada del número 22 de la Plaza de la Zarzuela, centro urbano por donde desfilan anualmente miles de personas en acontecimientos festivos como el desfile de carrozas, el desfile huertano, desfile de bandas de tambores y cornetas, corrida de toros y gigantes y cabezudos, entre otros eventos sociales y populares. Hago, pues, un llamamiento a QUIEN CORRESPONDA para enmendar tan semejante “retrato” que nos duele en el corazón nada más verlo a diario.
Jesús Yelo Gómez
(Decano de los corresponsales en activo del periódico 'La Verdad').
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