
La empresa murciana Azuche 88, S.L., será la encargada de ejecutar el proyecto de rehabilitación integral de la parroquia de San Pablo de Abarán. Las actuaciones, con un importe de 630.527 euros, serán financiadas en una cantidad muy importante por un matrimonio abaranero a través de una fundación, y el resto será aportado por la parroquia, que, además, ha satisfecho ya la cantidad de 24.000 euros al consistorio local en concepto de licencia de obras y tasas, mientras que el obispado se hará cargo de los honorarios de la redacción del proyecto que ascienden a 61.000 euros. En total, el coste de la rehabilitación se elevará a los 715.527 euros.
Las obras, que tienen previsto comenzar esta misma semana -toda vez que la iglesia ya se encuentra totalmente desalojada-, cuentan con un plazo de ejecución de 14 meses y abarcarán la totalidad del interior del templo, locales parroquiales y la vivienda del sacerdote, edificaciones que se encuentran anexas a la construcción religiosa con un total de 872 metros cuadrados distribuidos en la planta baja, con 630 metros (iglesia, locales y museo), planta primera, 156 metros cuadrados (vivienda y locales), y planta segunda, 86 metros cuadrados (locales), según detalló el arquitecto del proyecto, Juan de Dios de la Hoz quien, junto a su hermano Luis de la Hoz y Lourdes García, ambos aparejadores, la gerente de la empresa, Ana Fernández, y algunos de los encargados de la obra, junto al párroco Miguel Ángel Saorin, visitaron la parroquia esta semana.
En cuanto a los trabajos a realizar, se repararán los daños interiores ocasionados por humedades y se redistribuirá la zona de la sacristía, locales parroquiales y vivienda del sacerdote, que irá ubicada en la parte trasera (en la zona del atrio). Además, se limpiarán, repararán y protegerán los elementos de carpintería, se colocará nueva iluminación y remodelación del cuadro eléctrico y de la instalación de electricidad, se llevará a cabo una remodelación completa de los espacio, acabados e instalaciones de las plantas baja, primera y segunda, y se instalará un ascensor en el hall de la escalera que dé servicio a las tres plantas, con nueva instalación para los aseos de fontanería, saneamiento y renovación de la instalación eléctrica e iluminación, así como algunos equipos de climatización y ventilación, según la memoria del proyecto.
Un templo con 510 años
A excepción de unas actuaciones puntuales realizadas hace más de 15 años y que abarcaron a la cubierta de la iglesia, la fachada lateral, la torre y el campanario, las últimas mejoras en este templo, que cuenta con una antigüedad de 510 años, datan del año 1970 cuando se amplió el templo, al que se añadió un crucero y sobre él una cúpula, quedando configurada la iglesia tal y como la conocemos hoy día.
El sacerdote Miguel Ángel Saorín, recordó que «la iglesia de San Pablo es la única del Valle de Ricote que se encuentra sin restaurar, por lo que animo a todos los vecinos a que colaboren con las obras, realizando aportaciones, en la medida de sus posibilidades». La parroquia ha formalizado un préstamo para aportar su parte al coste total de las actuaciones.
Durante el tiempo que duren las obras, todo el culto (misas, bautizos, entierros y comuniones), ha pasado a realizarse en la iglesia de los Santos Médicos, ubicada en el paseo de la Ermita.
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