Por segundo año consecutivo, el párroco de San Juan Bautista, Felipe Tomás, preparó una merienda como gesto de agradecimiento a los integrantes de las bandas de cornetas y tambores que participan en la Semana Santa de Abarán. El encuentro se celebró este martes en el pórtico de la iglesia, por donde pasaron unas 300 personas de las distintas hermandades.

El sacerdote destacó la importancia de este encuentro para valorar el compromiso de los componentes de las bandas, muchos de ellos jóvenes, que llevan semanas preparándose para los desfiles procesionales.  «Queremos que sepan que su esfuerzo no pasa desapercibido», señaló el sacerdote. «Desde la parroquia y desde la Junta de Hermandades, estamos con ellos y agradecemos su dedicación, que es fundamental para vivir nuestra Semana Santa con la emoción que merece».  

De esta manera, en un ambiente de hermandad y compañerismo, los integrantes de las bandas dejaron por un rato sus instrumentos para compartir comida y conversación. La merienda, que el año pasado ya había tenido una gran acogida, se amplió en esta edición con más unos 600 bocadillos y el detalle dulce de una torta tradicional, que aportó un toque especial al encuentro.  

Esta iniciativa refuerza el vínculo entre las hermandades y la parroquia, destacando que la Semana Santa es, ante todo, un «proyecto compartido», expresaba Don Felipe en el transcurso de esta merienda que, no solo alimenta el cuerpo, sino también el espíritu de equipo que hace posible que la música y la fe vayan de la mano por las calles de Abarán en estos días tan especiales, y no solo para enriquecer las procesiones, sino para mantener viva una tradición tan arraigada en nuestra localidad.