
Lo primero que se me ocurre es dar gracias a Dios por permitirnos contemplar todas las procesiones sin lluvia, aunque en más de una ocasión nuestras miradas se dirigieran al cielo ante el temor de que el mal tiempo fuera protagonista en alguna de ellas.
En mi humilde opinión, el balance de los desfiles procesionales es mucho más positivo que negativo. Y como hechos reseñables citaría el respeto y la devoción vividos en la procesión de Martes Santo, donde hubo una numerosa participación; la Severísima Procesión del Silencio protagonizada por la Hermandad del Silencio y Cristo de Medinaceli con el Cristo de la Agonía; el hermoso lienzo donado por el escultor sevillano Juan Manuel Miñarro a la Hermandad de La Verónica y que lució en la noche del Viernes Santo, y la emotiva Procesión del Encuentro, plena de belleza, e histórica, por otra parte, ya que por primera vez salió desde el paseo de La Ermita, por obras en la parroquia de San Pablo, y que supuso una auténtica gozada ver desfilar todos los tronos por la calle Médico Gómez.
También merece nuestro elogio la presencia de siete miembros de la Guardia Civil, varios de ellos de nuestra localidad, escoltando al Cristo Yacente, así como otros siete policías nacionales, varios de ellos también de nuestro municipio, haciendo lo propio con San Juan Evangelista. Y toda nuestra admiración por la presencia en el Tercio de Romanos de José María Gómez Carrillo “Pepe el carpintero”, que, a sus 82 años, dio un verdadero ejemplo de amor a su pueblo, sin olvidarnos de Pascual Ortega Fernández, ciezano de nacimiento, pero abaranero de adopción, que cada año, y ya van muchos, muestra su fortaleza, constancia, respeto y cariño a Abarán con esa porte romana que le caracteriza. Una distinción hacia su persona no estaría de más.
Pero, aun siendo conscientes de la alta participación de nazarenos en nuestras procesiones -donde San Juan y La Samaritana brillan y superan en cantidad al resto de hermandades-, una asignatura pendiente es la recuperación de nazarenos con capiruchos (o capirotes como decimos aquí), donde dejamos mucho que desear. Y aquí va la prueba: solo 15 contabilizamos en la procesión general de Miércoles Santo: dos en el Ecce Homo; tres en La Samaritana; ocho en San Juan y dos en Siervas de María, total 15. El balance en la procesión del Vía Crucis, Viernes Santo por la mañana, arroja este reparto: Flagelación, cinco; San Pedro, dos; Samaritana, siete; La Verónica, dos, y San Juan, siete. En total 23. Y en la procesión del Santo Entierro, desfilaron cinco en La Flagelación; uno en San Pedro; dos en La Verónica; dos en Nuestro Padre Jesús Nazareno; seis en La Samaritana y siete en San Juan, uno de ellos de Barcelona, en total 21. En cuanto a anderos, observamos que van escasos en El Descendimiento, Ecce Homo y La Verónica, lo contrario que San Pedro, La Samaritana y San Juan.
Y otra de las asignaturas que tenemos pendientes desde hace muchos años es el orden en los desfiles. Y orden lleva aparejado el trasiego de personas (nazarenos y miembros de bandas de tambores y cornetas), que no respetan los finales de las procesiones, porque nada más llegar a su destino, emprenden la salida metiéndose por las aceras y molestando al público, y en lugar de esperar o buscar otro camino alternativo para llegar a sus casas, optan por lo más fácil, pero irrespetuoso con los demás. Y no digamos nada del público en general que no participa en las procesiones y que intenta “colarse” y lo consigue una vez que ha comenzado el desfile. Y en un momento así me llamó la atención el delicado y arriesgado papel que jugó el presidente de la Junta de Hermandades, Francisco Javier Tornero “Chiquito”. que ejerció de policía en la mañana del Viernes Santo intentando impedir el paso hacia La Ermita, bien de nazarenos, anderos o público en general. La verdad es que lo consiguió pese a que se le colaran varios, labor que inició a las 11 de la mañana e interrumpió a las 12 al ser relevado por Jesús David Yelo, que estuvo hasta las 12:45 horas. Recuerdo que hace muchos años, la Junta de Hermandades lo intentó con los denominados “comisarios”, pero sin éxito. Aquí todos tenemos que arrimar el hombro para ganar en seriedad, respeto y brillantez. Y otra situación a la que hay que poner remedio, más pronto que tarde, es a los cortes que se producen en algunos tramos del recorrido, algunos de una distancia de más de treinta metros que deslucen el paso de los tronos.
Si queremos presumir de buenas procesiones -que bonitas lo son y mucho-debemos cuidar y mantener el orden entre todos. Y aquí no solo es responsabilidad de la Junta de Hermandades, sino de todos los que participamos de una u otra manera en los desfiles. Porque no solo lo hacen los nazarenos, anderos, componentes de bandas de tambores y cornetas, sacerdotes, autoridades y la banda de música, sino que los espectadores somos parte fundamental del éxito o fracaso de las mismas. ¡Y aquí tienes, Movar, la respuesta cuando me susurraste, en plan cariñoso, que nunca he llevado un trono! ¡Porque soy espectador y además muy observador, como bien sabes!
Y si nos tenemos que quedar con una de las imágenes o momentos más emotivos de las últimas procesiones, me quedo con el acaecido pasadas las 00:30 de la noche del Viernes Santo en la replaceta de la Ermita con el canto del Séptimo Dolor de la Virgen al Cristo Yacente, del compositor abaranero David Templado, y protagonizado por el coro “David Templado”, con medio millar de testigos en absoluto silencio y respeto a las imágenes. Fue impresionante. Sigamos así.
Y para finalizar, mencionar que en la agenda diaria de consejeros y directores generales que nos facilita la CARM, brilla por su ausencia la presencia de algunos de ellos en nuestras procesiones. Mientras que en otras localidades (Cieza, Alguazas, Molina, Calasparra, Fortuna, Santomera, Yecla, Jumilla, por no decir Murcia, Cartagena y Lorca), han asistido a alguna procesión, en Abarán no ha venido nadie. El motivo no es otro que no se les ha cursado la correspondiente invitación desde la Junta de Hermandades y el Ayuntamiento de Abarán, a excepción hecha por parte del alcalde a la directora General de Política Agraria Común, a la que invitó para que presenciara la procesión del Encuentro desde el balcón del Ayuntamiento, y que finalmente no acudió, aunque nos comentó que es la Junta de Hermandades la que tiene la titularidad de estos días. No cuesta trabajo, ni dinero, ni tiempo, cursar invitación al gobierno regional para estos menesteres, venga de donde venga. Digo yo.
Jesús Yelo / abril 2025
PD,- Bravo por el trabajador municipal que a las siete de la tarde del Viernes Santo estaba limpiando la calle Doctor Molina.
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