Como cada año por estas fechas, y teniendo en cuenta las necesidades de la Iglesia Diocesana, el Obispo de Cartagena, D. José Manuel Lorca Planes, ha realizado diferentes nombramientos, ceses y designaciones en algunas parroquias de la Región de Murcia. Entre los sacerdotes que cambian de destino se encuentra el actual párroco de San Juan Bautista, que, en breve, dejará su labor pastoral en Abarán para ser sustituido por D. Alberto José Guardia Valera.

La noticia llegaba a través de la información facilitada por el Gabinete de Prensa de la Diócesis de Cartagena, que, en un comunicado hecho público ayer miércoles, daba a conocer, entre otras designaciones, el cese del Rvdo. D. Antonio Castaño Hernández como párroco de la Iglesia de San Juan Bautista de Abarán, que deja su labor pastoral en nuestro municipio en manos del Rvdo. D. Alberto José Guardia Valera, quien actualmente se encuentra a cargo de la parroquia de la Sagrada Familia de Molina de Segura.

El relevo parroquial está previsto que se realice durante los primeros días del próximo mes de septiembre, aunque, en todo caso, los sacerdotes seguirán conservando las licencias y facultades canónicas para sus actuales destinos hasta que se incorporen sus sucesores.

Dos años en el cargo

Cabe recordar que D. Antonio Castaño llegó a nuestro municipio en septiembre de 2012 para sustituir al querido y recordado sacerdote D. Francisco García. Ese mismo año, apenas unos días después de tomar posesión de su cargo al frente de la parroquia de San Juan Bautista, fue elegido para prender el ‘chupinazo’ de nuestras fiestas, en un multitudinario acto que, al margen de su labor pastoral, se convirtió en su primer acercamiento al pueblo de Abarán.

Desde entonces, poco a poco se ha ido integrando en las costumbres y tradiciones de nuestro pueblo hasta el punto de sentirse un abaranero más, mostrándose un gran entusiasta de la Noche del Niño desde que en enero de 2013 tuvo ocasión de vivirla intensamente y ser partícipe de ella.

En septiembre, cuando se cumplan dos años de su llegada, D. Antonio emprenderá rumbo a un nuevo destino, pero, aunque corta habrá sido su estancia entre nosotros, no nos cabe la menor duda de que dejará un recuerdo imborrable en los corazones de muchos abaraneros y abaraneras.