Tras el anuncio de que el actual párroco de San Juan Bautista dejará el cargo a primeros de septiembre, se abren una serie de interrogantes que, en una conversación mantenida con D. Antonio Castaño esta misma mañana, hemos intentado despejar. «Hay que dejar claro que no hay ningún motivo especial por el que se haya tenido que tomar esta decisión, una decisión que ha sido consensuada entre el obispo y yo», aclara el sacerdote.

«Lo que ocurre es que llevó arrastrando un agotamiento psicológico que ya traía de las anteriores parroquias en las que he estado. Y como soy una persona que no sabe decir que no a nada ni a nadie, desde que viene a Abarán me he ido involucrando tanto en una serie de cosas, con la mayor de las ilusiones, que ese agotamiento ha ido aumentando y me está pasando factura. Por eso, tras hablarlo con el obispo, he decidido que ha llegado el momento de pasar el testigo y poner rumbo a una actividad que me pueda liberar en parte de ese estado», explica D. Antonio, que, a partir de septiembre, dejará de estar vinculado a labores parroquiales y pasará a desempeñar otras actividades.

Labor pastoral en Murcia

Tras dejar la Parroquia de San Juan Bautista, D. Antonio será el encargado de atender a un grupo de religiosas en Murcia; se hará cargo de las misas en el Tanatorio Arco Iris de Espinardo; y ejercerá como capellán de las Jesuitinas de Murcia. Ese será el nuevo cometido del joven sacerdote, al menos durante el próximo año, según ha podido conocer esta redacción. «Este cambio también me dejará más tiempo libre, tiempo que podré dedicar en gran medida a seguir trabajando en el proceso de canonización de D. Juan Sáez Hurtado, que sigue siendo una de mis prioridades», añade.

Relevo en la parroquia

Sobre el que será su sustituto a partir de septiembre, D. Antonio Castaño adelanta: «Es un cura joven, muy inteligente, trabajador y muy piadoso. Estoy seguro de que va a realizar un trabajo fantástico en Abarán y que, en muy pocos días, va a estar totalmente integrado en la idiosincrasia de este pueblo y en la forma de ser de los abaraneros y abaraneras. Espero que lo recibáis con el mismo cariño y afecto con el que me acogisteis a mí desde el primer día. Estoy seguro de que así será».