Nuevo desprendimiento de piedras de gran tamaño en la carretera de Corona

Un nuevo desprendimiento de piedras en la carretera B-17, la que une a nuestro municipio con Blanca por la margen derecha del Segura, puso de nuevo en peligro este martes la integridad física de los conductores que circulan por esa vía. La Policía Local se vio obligada a personarse en la zona para advertir a los vehículos del peligro existente.

El suceso se conocía sobre las ocho de la mañana, momento en el que una patrulla de la Policía Local, alertada por un vecino, se desplazaba a la zona y tras percatarse de lo ocurrido, solicitaba la presencia de los servicios de mantenimiento de la Dirección General de Carreteras, cuyos operarios se han encargado de la retirada de las piedras y de la posterior limpieza de la calzada.

El desprendimiento, que llevó consigo la caída de una pesada roca de más de 300 kilos y casi un metro de diámetro, dificultó la circulación por el carril próximo a la ladera, lo que obligó a los agentes policiales a controlar el tráfico hasta el normal restablecimiento de la circulación, circunstancia que ocurría poco antes de las 10:00 horas.

«Tropezar de nuevo con la misma piedra»

«Aquí hace falta tomar medidas, y más bien pronto, porque puede ocurrir una desgracia. No se puede estar tropezando siempre 'con la misma piedra', como dice la canción», nos relataba un vecino de la zona.

Y es que no es esta la primera vez que un suceso similar ocurre en esta misma zona, una carretera por la que se registran unos 340.000 desplazamientos de vehículos al año (según tiene constatada la Dirección General de Carreteras), y en la que ya se actuó en el año 2010 y, precisamente, para evitar este tipo de desprendimientos, ejecutándose entonces un proyecto que supuso una inversión de 233.160 euros y que, si bien logró mejorar el trazado y el firme de varias curvas y minimizar los desprendimientos de rocas y tierra, no ha conseguido evitar que se sigan produciendo.