La investigación se inició cuando la Benemérita tuvo conocimiento del fallecimiento de un can, de raza ratonero bodeguero andaluz, que fue hallado por su propietaria en las proximidades de su domicilio con múltiples y severos cortes. El animal, que fue atendido en un centro médico veterinario, falleció tres días después debido a la gravedad de las heridas.

La Guardia Civil, ante las sospechas de un posible caso de maltrato animal con resultado de muerte, contactó con los veterinarios que lo atendieron averiguando que, a su llegada al centro médico presentaba cortes en el cuello, abdomen, zona lumbar y extremidades posteriores, ocasionados, supuestamente, con un objeto cortante, heridas éstas que le ocasionaron la muerte.

El fuerte olor a porcino fue pieza clave de la investigación

Las pesquisas practicadas para el esclarecimiento de los hechos determinaron que el animal, que salía a diario durante escasos minutos de la vivienda de su propietaria, desprendía un fuerte olor a porcino cuando fue hallado.

La Benemérita averiguó que un vecino del entorno -una zona de viviendas diseminadas- trabajaba en una granja de cerdos. La investigación determinó, también, que la agresión se cometió en las proximidades, ya que las lesiones que presentaba el animal hacían improbable que hubiera regresado desde una larga distancia hasta el domicilio.

La operación ha culminado con la detención de una persona -varón, español, de 58 años y vecino de Puerto Lumbreras- como presunta autora de delito de maltrato animal.  El arrestado y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Lorca.

Delito de maltrato animal

La Guardia Civil recuerda que el delito de maltrato animal se encuentra recogido en el Código Penal como el hecho de maltratar injustificadamente a los animales, domésticos o amansados, mediante cualquier medio o procedimiento. La pena que castiga a los autores se agrava si se causa la muerte del animal, con penas de seis a 18 meses de prisión e inhabilitación especial, de dos a cuatro años, para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para su tenencia.