Vengo a serviros. Aunque no me esperaba volver a este pueblo de nuevo como párroco -ni se me había pasado por la cabeza-, aquí me tenéis. Los que ya me conocéis sabéis que soy un hombre sencillo, que me gusta escuchar y dialogar para hacer las cosas con el máximo consenso. Espero que los Santos Médicos y la Virgen del Oro me guíen en esta nueva labor cerca de todos vosotros». Estas fueron las primeras palabras pronunciadas por Don José María Hidalgo tras su nombramiento como nuevo párroco de la iglesia de San Pablo.

Apenas 24 horas después de la emotiva despedida de Don Cayetano Abellán, la iglesia de la Ermita volvió a quedarse pequeña para acoger la Santa Misa y el acto de nombramiento del nuevo párroco de San Pablo, un cargo que ya ejerce en toda su plenitud el carismático sacerdote Don José María Hidalgo, quien, tras su paso por la iglesia de San Juan Bautista en el periodo de 1982 a 1987, regresa a nuestra localidad para hacerse cargo de una parroquia, aún en obras, que celebra este año su quinto centenario.

La ceremonia, que estuvo acompañada por el repique de campanas una vez que el nuevo párroco tomo posesión de su cargo de manera oficial, fue concelebrada por el nuevo vicario episcopal de la zona de Cieza-Yecla, Don José Antonio García López, el arcipreste de Fuente Álamo, Don César Meca Martínez, al arcipreste de la zona de Murcia, Don Jerónimo Sánchez Bernal, el párroco de la iglesia de San Juan Bosco de Cieza, Don Antonio Murcia Santos, al arcipreste de la zona de El Palmar, Don Patricio Ros Meseguer, y el capellán del Centro Penitenciario de Sangonera la Verde, Don Isidro, además del alcalde de Abarán, miembros de la Corporación Municipal y representantes de distintas hermandades de Semana Santa de la localidad, entre otras personalidades.