Los colectivos animalistas y asociaciones convocantes de la concentración contra la corrida de toros que se celebrará este domingo en Abarán, han informado, mediante nota de prensa, que «la protesta, legalmente autorizada, tendrá lugar a las 16:30 horas de la tarde frente a la plaza de toros. El acto consistirá en la lectura de un manifiesto, una performance, cacerolada y la muestra de pancartas con contenido animalista».

La convocatoria surge de un grupo de activistas independientes y diversas organizaciones entre las que se encuentra la Sociedad por los Derechos de los Animales de la Región de Murcia (SDARM), la Asociación Protectora de Animales ‘Refugio de Ángeles’ y el Grupo Animalista de la Región de Murcia (GARM). «Mostraremos nuestra repulsa ante esta ‘actividad’, ya que implica sufrimiento, maltrato y tortura hacia los animales», explican en el comunicado remitido a los medios.

De salutis gregi Dominici

Un detalle que no han pasado por alto los convocantes de este acto de protesta ha sido el hecho de que el festejo taurino se realice con motivo de las fiestas patronales en honor a San Cosme y San Damián, por lo que, para respaldar su acción antitaurina, apelan a una bula papal de 1567 ‘De salutis gregi Dominici’, que dictaminó en 1567 el Papa Pío V en los siguientes términos:

«Por lo tanto, considerando que estos espectáculos en los que se corren toros y fieras en el circo o en la plaza pública no tienen nada que ver con la piedad y caridad cristiana, y queriendo abolir estos espectáculos cruentos y vergonzosos no de hombres sino del demonio, y proveer a la salvación de las almas en la medida de nuestras posibilidades con la ayuda de Dios, prohibimos terminantemente por esta nuestra constitución, que estará vigente perpetuamente, bajo pena de excomunión y de anatema en que se incurrirá por el hecho mismo ipso facto, que todos y cada uno de los príncipes cristianos, cualquiera que sea la dignidad de que estén revestidos, sea eclesiástica o civil, incluso imperial o real o de cualquier otra clase, cualquiera que sea el nombre con el que se les designe o cualquiera que sea la comunidad o el estado, permitan la celebración de estos espectáculos en los que se corren toros y otras fieras en sus provincias, ciudades, territorios, plazas fuertes, y lugares donde se lleven a cabo.

 

Prohibimos, asimismo, que los soldados y cualesquiera otras personas osen enfrentarse con toros y otras fieras en los citados espectáculos, sea a pie o a caballo. Y si alguno de ellos muriere allí, no se le dé sepultura eclesiástica”, se puede leer en el escrito pontificio».

El texto vaticano, además, establece lo siguiente: «Dejamos sin efecto y anulamos, y decretamos y declaramos que se consideren perpetuamente revocadas, nulas e irritas todas las obligaciones, juramentos y votos que hasta ahora se hayan hecho o vayan a hacerse en adelante, lo cual queda prohibido, por cualquier persona, colectividad o colegio sobre tales corridas de toros aunque sean, como ellos erróneamente piensan, en honor de los santos o de alguna solemnidad y festividad de la iglesia, que deben celebrarse y venerarse con alabanzas divinas, alegría espiritual y obras piadosas, y no con esta clase de diversiones».

«Por lo tanto -exponen los animalistas- debemos una vez más cumplir con nuestro deber, y unirnos para mostrar nuestra repulsa contra este tipo de festejos crueles y sangrientos, que demuestran la total falta de moral y escrúpulos y el desmedido gusto por la sangre y la violencia que posee un círculo cada vez más reducido de individuos».