Los delincuentes, al parecer tres, que iban encapuchados, entraron en la vivienda de madrugada y se apropiaron de joyas y dinero tras ponerle una navaja en el cuello a la mujer y agredir al hombre, que, por fortuna, ya se recupera satisfactoriamente
Un matrimonio de octogenarios de Ricote pasó el peor momento de sus vidas cuando, el pasado domingo, de madrugada, mientras dormían, tres encapuchados accedieron a su vivienda para perpetrar un robo aún sabiendo que sus moradores permanecían en el interior.
Según la información que hoy publica en exclusiva el diario ‘La Verdad’, los hechos ocurrieron a la una y media de la madrugada del pasado domingo. Los delincuentes -al parecer tres personas, que ocultaban su rostro-, penetraron en la casa, una vivienda situada en la calle San José, casi en pleno centro urbano y a escasos treinta metros del cuartelillo de la Policía Local.
Todo apunta a que los asaltantes accedieron a través del tejado de un inmueble situado en un lateral de la vivienda, y de ahí a la terraza que comunica con un patio interior de la casa, una de cuyas puertas solía estar abierta para que entrase el aire.
«Fue mi tía la que, al oír un ruido, se percató de que algo ocurría, mientras que su marido pensó que era debido a que ella se había caído de la cama», relató ayer un sobrino del matrimonio desde el Hospital Virgen de la Arrixaca donde se encuentra acompañando a su tío, ingresado desde la noche de autos como consecuencia de los golpes que en la cara, el cuello y en la cabeza le propinaron los asaltantes.
Según el relato de las víctimas, uno de los encapuchados llegó a poner una navaja en el cuello a la anciana, mientras que otro comenzó a propinar múltiples golpes al marido exigiéndole que le indicase donde guardaba el dinero y las joyas. Después los maniataron y amordazaron, comenzando entonces a buscar por toda la casa hasta apoderarse de joyas, dinero, una colección de monedas que atesoraba el dueño de la vivienda, aficionado a la numismática, y otros objetos de valor, además de destrozar varios muebles. Los ladrones llegaron a llevarse, incluso, los relojes que en esos momentos portaban los dos ancianos
De momento el valor de los objetos sustraídos no ha sido cuantificado «pero fue bastante, ya que mi tío tenía muchos detalles con su mujer», indicó a 'La Verdad' el sobrino del matrimonio, sin hijos y al que cuida habitualmente una mujer, ausente esa noche de la casa por encontrarse disfrutando de sus vacaciones desde hace dos semanas en su país de origen.
«Estaba en medio de la calle, en ropa interior y pidiendo auxilio»
Poco después de que los asaltantes huyeran con el botín, el anciano logró salir de la vivienda para pedir ayuda. Eran sobre las dos de la madrugada cuando unos vecinos oyeron los gritos de socorro. «Iba en calzoncillos, con la cara hinchada, amordazado con cinta americana -que había logrado quitarse de la boca- y los tobillos atados con bridas negras», relató una de las personas que acudieron a socorrer al anciano, al que vistieron después de dar la alerta a la Guardia Civil y mientras esperaban la llegada de una ambulancia que le habría de trasladar hasta el Hospital Universitario ‘Virgen de la Arrixaca’, donde, afortunadamente, se recupera de las lesiones sufridas.
Mientras, la mujer, tuvo que ser trasladada este lunes, aún con el susto en el cuerpo, hasta el hospital ‘Morales Meseguer’ aquejada de una fatiga angustiosa.
300 euros de una caja fuerte
Un redactor de ‘La Verdad’ pudo hablar por teléfono, ayer a mediodía, con el anciano, que reconoció que se encuentra mal, «me duele mucho la cabeza y la cara, y apenas puedo comer». En su relato de lo sucedido señaló cómo, al oír a su mujer decir «¡Ay!», se levantó para ir a la habitación contigua -el matrimonio duerme en camas separadas- y en ese momento se topó de bruces con sus inesperados visitantes. «Nada más levantarme de la cama y dar unos pasos recibí sendos golpes en la cara y en la cabeza», confesó, añadiendo además que «también se llevaron de la casa una pequeña caja fuerte que contenía algo más de 300 euros, cartillas y algunas fotografías».
El matrimonio, M.E.G, de 81 años, y M.G.C, de 85, es natural de Ricote y muy conocido en el municipio. Ambos emigraron hace décadas a Barcelona donde él trabajaba en una imprenta, habiendo regresado a su pueblo natal hace unos veinte años.
El suceso, que ha sembrado gran preocupación entre los vecinos de Ricote, ya está en manos de la Guardia Civil, que trabaja en varias líneas de investigación para intentar esclarecer lo ocurrido y dar con los autores de estos lamentables hechos.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.142