El acto, que tuvo lugar a primera hora de la noche, reunió a una docena y media de vecinas del barrio y de las cercanías, cuya presencia ayudó a mantener esta bonita costumbre.
Lo que tradicionalmente ha venido siendo en los últimos tiempos una fiesta vecinal para conmemorar el 7 de octubre, día de Nuestra Señora del Rosario, ha quedado relegado este año, como ya ocurriera el anterior, a una sencilla muestra de religiosidad hacia la V
Por favor, inicia sesión o regístrate para ver este contenido completo.