El corresponsal del diario ‘La Verdad’ en la zona del Valle de Ricote, Jesús Yelo, se hace eco hoy de esta información que viene ilustrada con la imagen de una de las casas de campo afectadas, sobre cuyo tejado llegaron a desplomarse varios pinos.  

Las rachas de viento pudieron causar una tragedia el pasado fin de semana, aunque, afortunadamente, todo quedó en un susto y en una serie de importantes daños materiales en varias casas de campo del paraje de ‘Casa del Fraile’, una zona rural ubicada en el término municipal de Abarán donde el vendaval se dejó sentir con una fuerza descomunal.

El suceso, que no había trascendido hasta ahora al circunscribirse a un radio de acción de apenas medio kilómetro, obligará a los propietarios -quienes están planteándose pedir ayudas a la Administración- a ponerse manos a la obra para arreglar los destrozos. Y es que, debido a la fuerza del viento, así como a la gravedad de los daños causados y al testimonio de algunas personas, se ha llegado a apuntar que pudo tratarse de una especie de tornado.

Tres casas rurales del citado paraje se vieron especialmente afectadas. En concreto, el viento desplazó parte de un tejado con vigas de hierro en un inmueble propiedad de herederos de Florentino Fernández, arrastrándolo más de cien metros y sobrevolando la casa de otro vecino, Antonio Palazón, que vio sorprendido cómo el vendaval movió más de 10 metros un remolque, de más de 300 kilos de peso y que tenía puesto el freno, además de arrancar varios árboles.

Arrancados de cuajo

El viento huracanado también se cebó con otra vivienda, propiedad de Martín López, que fue la que se llevó la peor parte. Este último, jubilado y padre de cuatro hijos, fue avisado inmediatamente de lo ocurrido. Cuando llegó al lugar no daba crédito de los daños causados en su propiedad. Y es que hasta siete pinos -algunos de ellos de más de 15 metros de altura y una antigüedad superior a los 25 años-, fueron arrancados de cuajo, tres de los cuales alcanzaron la parte lateral de la vivienda, dañando al tejado y la canal de recogida de pluviales, aunque el alcance real de los destrozos no podrá ser verificado hasta la completa retirada de los árboles, una misión nada fácil y para la que se hará necesaria la presencia de una grúa.

Además, el viento dobló dos postes metálicos del cableado eléctrico, una situación que obligó a que operarios de la compañía Iberdrola tuvieran que desplazarse a la zona para buscar una solución de urgencia al problema.  

Este mismo inmueble también sufrió otros daños de consideración por el desplome de otro pino de grandes dimensiones sobre el vallado perimetral de la propiedad, dándose la circunstancia de que este había sido instalado pocos días antes en sustitución del antiguo, que ya se encontraba muy deteriorado.

Las fuertes rachas de viento se notaron especialmente en las zonas del extrarradio del municipio, sobre todo en viviendas rurales y casas de campo que, en esta época del año, suelen estar habitadas solo los fines de semana.

Por otra parte, como ya informamos en su día, el viento que azotó la comarca de la Vega Alta provocó también el desplome de un árbol de gran tamaño en Cieza. El árbol, que cayó sobre la carretera en la entrada Cieza-sur, a la altura del polideportivo municipal ‘Mariano Rojas’, obligó a la intervención de los bomberos.