¿Qué tienen en común los últimos robos ocurridos en Abarán?

En una semana en la que el capítulo de sucesos se está tornando especialmente intenso -sobre todo en lo que a delitos con fuerza en las cosas se refiere-, la actualidad local se centra, entre otros asuntos, en la aparición de dos vehículos con una de sus puertas, la del conductor, forzada, aunque, aparentemente, en ambos casos, los asaltantes no habían conseguido llevarse nada... ¿o sí?

Cronológicamente, en la mañana del miércoles conocíamos la noticia del robo cometido, esa misma madrugada, en 'El bocadillo', un comercio situado en la calle José Yelo Valentino donde, tras haber forzado el herraje de una ventana, los amigos de lo ajeno se habían apropiado de dinero y género. Ver noticia aquí.

Esa misma mañana, en el aparcamiento bajo el paseo de la Ermita, se descubría un vehículo cuya puerta del conductor había sido forzada, aunque, a primera vista, no habían llegado a llevarse nada de su interior, posiblemente -eso se creía-, porque el caco se podía haber visto sorprendido por la llegada de algún otro vehículo a la zona. Nada más lejos de la realidad. Ver noticia aquí.      

Un segundo coche asaltado

Fue en la mañana de ayer jueves cuando se descubría que, un segundo coche, también aparcado en la zona de aparcamientos bajo la Ermita, presentaba los mismos signos evidentes de haber sido forzado, y, de nuevo, todo hacía indicar que quien se había tomado la molestia de hacerlo, finalmente no se había llevado nada, aunque, como luego, de descubriría, sí que lo había hecho.

Una patrulla de la Guardia Civil de Abarán se presentó en el lugar donde se hallaba este segundo automóvil, y, tras una primera inspección ocular, uno de los agentes descubría el verdadero propósito de quien lo había forzado: robar el gato mecánico del vehículo, algo que, acto seguido, también se pudo comprobar que había ocurrido en el primero de los vehículos.
 

Ahora todo cuadraba. Y es que el deseado objeto que los cacos buscaban en los vehículos asaltados no era otro que 'el gato', utensilio que luego fue utilizado para orquestar un plan premeditado y cuyo fin era forzar los barrotes de la ventana por la que entraron a robar en 'El bocadillo'. Esas son las evidencias que establecerían una conexión entre los sucesos narrados en esta información.

Los hechos, tras las denuncias de los afectados, han puesto en marcha una investigación policial para intentar descubrir a los responsables de estos robos con fuerza.