María no se sentía segura en su casa. Hacía meses que había puesto un cerrojo en la puerta de entrada. Llevaba varias semanas inquieta. Su sobrino siempre solía ir a verla, pero últimamente ya no quería recibir su visita. «Le tenía miedo», indican desde el entorno de la octogenaria. Cuando estaba con ella le decía cosas inapropiadas, impertinencias que ella, «una mujer religiosa», no quería oír. A sus 82 años, esta vecina de Abarán, viuda y de una familia muy conocida en el municipio, ya no se sentía segura en su propia casa, donde vivía sola. Aunque las visitas de su sobrino eran esporádicas, cada vez que recordaba a sus amigas las cosas que este le decía «se angustiaba». Además, María le había dejado dinero y acordaron que él se lo iría devolviendo poco a poco, pero como pasaba el tiempo y no se lo devolvía, ella se lo requería cada vez que lo veía.
Así relata hoy el diario 'La Verdad' el contenido de una información que firma el periodísta Raúl Hernández y que recoge otros contenidos a propósito de este suceso.
Tras encontrar el cuerpo sin vida de esta vecina de Abarán, el posible robo como móvil del crimen se desvaneció en el momento que los agentes comprobaron que los objetos de valor de la mujer estaban en su lugar y no se habían llevado nada de la casa. Sin embargo, la Benemérita no descarta ninguna hipótesis. «Tenía 3.000 euros en efectivo en la cocina y algunas joyas. Estaba todo intacto», indican desde el circulo íntimo la fallecida.
Pero a las pocas horas, en un reconocimiento más exhaustivo, el forense advirtió una herida en el cuello provocada por un pequeño punzón u objeto similar. «Estábamos preparando su entierro cuando la Guardia Civil nos dijo que se tenía que suspender hasta la semana siguiente, porque había indicios de que el fallecimiento podía haberse producido por causas violentas», indica una persona del entorno cercano de la víctima. En ese momento, quienes trataban diariamente con María comenzaron a recordar sus palabras y su malestar. «Lo que podemos conocer del posible homicida, lo sabemos por ella. Sus quejas y sus comentarios. Pero claro, era su sobrino y ella no podía hacer mucho, solo quejarse de la presencia de su familiar», explican sus allegados.
Este miércoles, agentes de la Guardia Civil lo detuvieron como presunto autor del homicidio. Ese mismo miércoles por la noche fue trasladado hasta un taller mecánico en Cieza donde había trabajado para hacer un registro de su taquilla. Durante el día de ayer, varios vecinos de Abarán recordaban a J.G.V. cómo un chico reservado que no hacía mucha vida en el pueblo. Sin embargo, se muestran sorprendidos por el arresto porque «es de buena familia».
Pueden completar esta información en las páginas del diario 'La Verdad' y también en su página web.
Concentación silenciosa y minuto de silencio
Convocada por el entorno familiar, para esta noche, a las 21:00 horas, está prevista una concentración y un posterior minuto de silencio en su memoria «para pedir justicia por el asesinato de Maruja Velandrino. Os ruego que asistais todos los que podaís, hombres y mujeres, ya que se ha tratado de un crimen horrible que ni ella ni nadie merecería», relata una familiar.
«La concentración tendrá lugar en la puerta del Banco Sabadell (calle Dr. Molina), ya que ella vivía allí y fue el lugar del suceso. Desde allí iremos hasta La Era, donde guardaremos el minuto de silencio en su memoría. Creo que cualquier víctima inocente se merece por lo menos esto por parte de su pueblo y sus habitantes», añaden fuentes familiares.
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