
Un bombero en tareas de extinción
Un vecino de Abarán ha tenido que hacer frente al pago de los gastos de extinción, tasados en alrededor de 800 euros, más los daños causados por la pérdida de valor ambiental y ecológico de la superficie forestal quemada, al ser condenado por un delito de incendio forestal por imprudencia grave al realizar una quema, no autorizada, que acabó originando un incendio.
Según se recoge en la sentencia, el acusado, tras realizar labores de limpieza en su propiedad, procedió a prender fuego a la maleza y a las cañas que previamente había recogido, propagándose las llamas hasta una parcela titularidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, donde se vieron afectadas 0'05 hectáreas de superficie forestal y otras tantas de superficie herbácea.
La quema se realizó sin haber obtenido previamente la autorización administrativa por parte de la Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente de la Región de Murcia, llevándose a cabo los trabajos de quema sin haber tomado las medidas preventivas oportunas, siendo estas la habilitación de un perímetro limpio hasta el suelo natural de 10 metros mínimo, ni tampoco habían dispuesto en las inmediaciones de extintores de agua u otros medios auxiliares que pudieran ser útiles para evitar la propagación del fuego en una primera intervención.
En su resolución, la Sala, que observó como atenuante la reparación del daño causado por parte del condenado con fecha anterior a la celebración del juicio, le impuso además una pena de seis meses de multa con una cuota diaria de cuatro euros.
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