Iulius Vaduvescu ya descansa en paz. Sus restos mortales recibieron sepultura este viernes por la mañana en el Cementerio Municipal de Blanca. La generosidad de sus vecinos de Hoya del Campo y las aportaciones llegadas desde Abarán, Blanca y Cieza, consiguió reunir en apenas 24 horas una cantidad de 1.905 euros que ha servido para poder sufragar los gastos del sepelio y cuyo sobrante se empleará en retirar la autocaravana y limpiar el solar de terreno donde Iulius ha pasado los últimos 15 años de su vida, en Hoya del Campo, donde deja muy buenos amigos.

Esta muestra de solidaridad, que ha permitido darle un entierro digno, llegaba hasta las ondas de la emisora Onda Regional de la voz de nuestro compañero Claudio Caballero y con María Jesús Ros Lucas, una de las personas que ha participado activamente en esta iniciativa.

3/02/2021

Los vecinos de Hoya del Campo hacen una recolecta para pagar el entierro de Iuliis

Julio (Julius, como le conocían muchos), ha fallecido. «Necesitamos ayuda para costear su entierro y su incineración. Sus hijos vienen a España para rendirle el último adiós, pero no pueden hacer frente al gasto que supone el sepelio», explican desde el grupo de vecinos de Hoya del Campo que están distribuyendo en redes sociales esta petición de ayuda, entre ellos Stefan Alejandro Nediu Diaconita, compatriota y buen amigo de Julio, que se enamoró de Hoya del Campo, donde tiene fijada su residencia desde hace años, y que siempre ha estado dispuesto a echarle una mano. También ahora.

Julio era una buena persona, muy conocida y querida en esta pedanía de Abarán. De hecho no es la primera vez que los vecinos se movilizan en una muestra de solidad hacia él. Hace unos años un incendio calcinó la que era su casa, una modesta autocaravana que se convirtió en su hogar. Allí Julio era feliz, pero el incendio a punto estuvo de costarle una enfermedad después de que el fuego lo dejara prácticamente sin nada. Fue entonces cuando sus vecinos, en apenas 24 horas, reunieron el dinero necesario para comprar otra autocaravana y hacerle el que fue, sin duda, uno de los mejores regalos de su vida. «Nos gustaría que Julio tuviera un entierro digno. Se lo merece por lo buena persona que era», comenta una buena amiga del finado.

Se quedará en España, como era su deseo

Aunque inicialmente se había barajado la posibilidad de que sus restos mortales una vez incinerados regresaran a su país de origen, era tal su agradecimiento hacia España que su deseo era quedarse aquí para siempre. En este sentido, el Ayuntamiento de Blanca, tras conocer la noticia, ha ofrecido un nicho en el cementerio municipal para que sea allí donde reposen los restos de Julio. 

Huchas y Bizum

Para colaborar con los gastos del entierro y la incineración, se colocaron huchas en distintos comercios de Hoya del Campo, y una cuenta de Bizum a través de la que cualquier persona que quiso pudo hacer su aportación.