Imagen del suceso

Un vecino de Cieza se enfrenta hasta a 22 años de prisión como presunto autor del incendio intencionado de una vivienda, en la que estaba de alquiler y que, según mantiene el fiscal en su escrito de conclusiones provisionales, lo hizo, junto a otras tres personas -una de las cuales también está acusada, y otras dos que no han podido ser identificadas-, «como represalia hacia su madre adoptiva que había decidido rescindir el contrato de alquiler con el dueño de la casa debido al mal uso que su hijo venía haciendo de esta». La vista tendrá lugar el próximo miércoles en la Audiencia Provincial de Murcia.

Los hechos se remontan a la noche del 15 de agosto de 2016 cuando los dos procesados, supuestamente, prendieron fuego de manera intencionada a un piso ubicado en un bloque de viviendas ubicado en la avenida de Azorín mientras coreaban «de este piso no nos moverán y si no el piso arderá», según recoge el Ministerio Público. El residente en la vivienda debía entregar las llaves de la casa al día siguiente ante la decisión adoptada por su madre.

Como consecuencia de este suceso, el inmueble quedó completamente calcinado y el fuego también afectó a las viviendas de otros vecinos del edificio de tres plantas. El fiscal destaca que muchos de los residentes tuvieron que ser desalojados y que la actuación de los dos acusados «creó un grave riesgo para la vida de los otros moradores del edificio» tanto por el fuego como por la inhalación de humo. Un agente de la Policía Local de Cieza que participó en el operativo de asistencia en este suceso resultó intoxicado por inhalación de humo.