La buena salud de la que goza el río Segura está haciendo que cada vez sea más habitual encontrarnos, ya de forma continua, poblaciones de patos campando a sus anchas por sus cálidas aguas. Y Abarán no es una excepción.

En las imágenes que nos envía uno de nuestros lectores vemos cómo mamá pata marca el rumbo y abre camino mientras es seguida por su numerosa prole en la que llegamos a adivinar hasta casi una veintena de patitos.  

Sin duda es una gozada encontrarse con ellos, sobre todo si vamos acompañados de niños. Pero también es cierto que lo aconsejable es molestarlos lo menos posible, contemplarlos a una distancia prudencial y, sobre todo, contribuir a su bienestar y evitar que puedan sufrir daño alguno durante su paseo.