«Cómo se suele decir en estos casos -y siempre con razón-, es más el daño que se ha ocasionado en la instalación que lo que puedan sacar por el material robado quienes hayan sido capaces de hacer esta atrocidad», nos confesaba el abaranero Antonio Ariño, quien, junto a su hermano Ángel, fueron los promotores de esta iniciativa y de gestionar su uso.

Y es que quien (o quienes), estén detrás de este robo se han tomado su tiempo para cortar el cable, recogerlo en toda su extensión y cargarlo. «Se trata de un cable de acero especial para este tipo de instalaciones que tiene una longitud de más de 100 metros y que puede pesar unos 300 kilos, por lo que sospechamos que para hacer esto ha tenido que ser más de una persona y emplear en ello un buen rato», añade Antonio Ariño totalmente contrariado tras descubrir lo ocurrido.

El suceso ya ha sido denunciado ante la Guardia Civil que ha puesto en marcha una investigación para intentar arrojar luz sobre este suceso.

La Tirolina de Ojos, inaugurada en marzo de 2019 se encuentra en una localización de espectacular belleza sobre el puente tibetano que cruza el Segura -también construido por la empresa abaranera Ariño Gómez Hermanos- una iniciativa que ha puesto en valor la zona y que está consiguiendo incrementar las visitas de los amantes de la aventura y el tiempo libre al Valle de Ricote.