
Ya hay veredicto en el caso que se ha venido juzgando en las últimas semanas en la Audiencia Provincial de Murcia con motivo de la muerte violenta de la vecina de Abarán Maruja Velandrino. El jurado popular formado para la ocasión e integrado por nueve personas, ha declarado no culpable al acusado, Joaquín G.V., vecino de Abarán, de 41 años, para quien el fiscal solicitaba prisión permanente revisable.
Tras hacerse público el resultado de la deliberación del jurado, la magistrada-presidente ha decretado la absolución del procesado. Ha sido entonces cuando Joaquín ha respirado aliviado al escuchar el veredicto -leído por el portavoz del tribunal popular pasadas las dos de la tarde-, que entiende que no existen pruebas que lo sitúen en el lugar del crimen. «Aunque el camino ha sido duro, siempre confié en la Justicia», ha expresado Joaquín una vez declarado inocente de todos los cargos.
Ya en la primera sesión de la vista, el acusado, que ha sido defendido por el abogado Pablo Martínez, negó que acabara con la vida de su tía abuela y que la tratase de atacar sexualmente. «Yo a mi tía la respetaba», recalcó. «No he matado ni violado a nadie. Es un disparate lo que están haciendo conmigo», dijo.
El veredicto declara que no se ha probado a lo largo de las sesiones de la vista oral que el acusado fuera la persona que entró en el domicilio de la anciana el 22 de mayo de 2019 sin su consentimiento y que la apuñalara mortalmente. Para los miembros del jurado popular está probado el asesinato, pero no así que el autor fuese el sobrino-nieto de la víctima, por lo que deja la puerta abierta a que los hechos fueran cometidos por otra persona.
Igualmente, considera acreditado que el escenario del crimen y el cadáver fueron manipulados, pero sin que ninguna prueba inculpatoria exista contra el procesado.
La magistrada presidente, Isabel María Carrillo, animó este miércoles al jurado a asumir su labor con tranquilidad. «Ha llegado el momento de decidir», remarcó. «Solo necesitan lo que ya han demostrado que tienen: prudencia, reflexión y sentido común». La magistrada instó al jurado a dejar «las opiniones fuera» a la hora de tomar una decisión. Recordó, además, que Joaquín, pese a estar acusado de varios delitos, solo era juzgado en este procedimiento por un presunto delito de asesinato y otro de violación en grado de tentativa.
Como ya es sabido, el fiscal acusaba a Joaquín de un presunto delito de asesinato -con las agravantes de alevosía y de ocultación del delito- y reclamaba, por primera vez en la Región, una pena de prisión perpetua revisable. Además, solicitaba, entre otras cosas, que se le impidiera vivir o acercarse a Abarán durante un cuarto de siglo, imputándole además un supuesto delito de allanamiento de morada en concurso con uno de tentativa de violación por el que reclamaba nueve años de cárcel.
Por su parte, la defensa sostenía la inocencia del acusado.







Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.91