Isi y Arturo, el reencuentro de dos vecinos de Cieza y Abarán en la élite del fútbol

Un ciezano y un abaranero llevan varios años paseando el nombre de sus respectivas localidades por toda la geografía española gracias al fútbol. Son Isi Palazón y Arturo Molina. El primero lleva dos temporadas y media en el Rayo Vallecano, la última en Primera División. Ha marcado dos goles y dado cuatro asistencias. Tiene 27 años y está triunfando en Vallecas y se ha convertido en el octavo ciezano que llega a la máxima categoría del fútbol español. Antes lo hicieron el extremo Paco Belló, el interior Luis Belló, el delantero Juan Morales, el centrocampista Benjamín Ríos, el extremo Ortega, el delantero Perona y el mítico defensa José Antonio Camacho.

Por su parte, Arturo nació en Abarán y es el mayor de cuatro hermanos. Uno de ellos, Jorge, juega en el Zambú Pinatar de fútbol sala, en Segunda B, y sus dos hermanas, Ana María y Silvia, en el conjunto sénior de la Abaranera de balonmano. Arturo ha pasado esta última liga por dos equipos, el Fuenlabrada, en Segunda A, con el que disputó 12 encuentros, y el Racing de Santander, 16 en Segunda B. Solo ha marcado un gol, pero ha subido a Segunda. A sus 25 años se ha convertido en el primer abaranero que llega a la división de plata.

El diario La Verdad recoge hoy una extensa información firmada por nuestro compañero Jesús Yelo donde, aprovechando los días de vacaciones de los que se encuentran disfrutando ambos jugadores, pudo hablar con ellos mientras disfrutaban de una agradable cena familiar en un conocido local de nuestro municipio

Los padres de ambos (Isi y Movar), fueron también futbolistas y se conocen desde hace más de tres décadas. Así, hace unos días las dos familias se reunieron en el Merendero 'Los Tanas', de Abarán, donde repasaron vivencias y anécdotas de tantos años. «Mi padre siempre ha sido mi guía y mi ídolo», asegura un Isi Palazón quien está «satisfecho» con la campaña que ha realizado. «Ha sido una temporada muy buena y hemos conseguido los objetivos marcados. Hemos demostrado que teníamos un gran grupo y en ningún momento hemos temido por el descenso», cuenta.

Precisamente hoy, 8 de julio, Isi arranca el trabajo de pretemporada con su equipo. «Ya tengo ganas de volver a entrenar y volver a ver a mis compañeros. El reto es lograr los objetivos colectivos e individualmente mejorar los números y estadísticas del último año», dice.

Su padre también fue futbolista y además era zurdo como él. «Creo que jugando nos parecemos un poco. Según dicen mi padre tenía mejor golpeo que yo y solo nos parecemos en el carácter dentro del campo. Por desgracia no tengo recuerdos suyos siendo futbolista, pero me quedo por cómo es como persona y por sus consejos en los momentos difíciles», señala el jugador del Rayo, quien ha seguido muy de cerca este año al equipo de su pueblo, un CD Cieza que ha ascendido Tercera División. «Tengo amigos que juegan allí y además yo soy de mi CD Cieza. Será siempre mi equipo», confiesa.

Tampoco se olvida Isi de su paso por el Real Murcia. «Guardo muchos recuerdos, sobre todo de muchos compañeros y personas que conocí y me lo hicieron todo muy fácil. Mi deseo ahora es seguir mejorando y consolidarme en Primera División», indica.

«Experiencia única»

Por su parte, Arturo está «encantado» en Santander. «Ascender allí ha sido una experiencia única, un día que recordaré toda la vida, no solo por el ascenso, sino por el ambiente que se generó toda la semana en la ciudad. Vinieron amigos y familiares y conseguimos el objetivo de toda una ciudad. Llevo poco tiempo en el Racing, pero es una ciudad y un club que me encantan. Ojalá podamos asentarnos en este año tan difícil y poder repetir un ascenso, en este caso a Primera», cuenta el medio abaranero.

«Tenía ganas de asentarme en el fútbol profesional con mi fichaje en el Fuenlabrada. Pero fueron unos meses duros y la mejor opción era salir de allí. Nunca gusta bajar de categoría, pero ir a un club como el Racing te da la posibilidad de volver en un futuro inmediato. Yo creo que ahora estoy en el sitio perfecto para dar ese salto de calidad y que se vea que me merezco estar aquí», dice.

Si mira atrás, Arturo lamenta la lesión de tobillo que sufrió cuando jugaba en el Real Madrid Castilla. «Estuve cuatro meses de baja y nunca llegué a estar bien del todo ese año en Madrid», admite.