
Juan Antonio Fernández Labaña, funcionario del Centro de Restauración de Bienes Culturales de la Región de Murcia, quien entre los meses de junio de 2018 a marzo de 2019 restauró las imágenes de los patronos de Abarán ‘San Cosme y San Damián’, ofreció este viernes una interesante conferencia ‘Sobre lo acontecido con las imágenes de San Cosme y San Damián desde 1936 a 1939. Un análisis de lo ocurrido a través de la ciencia aplicada a la restauración de obras de arte’, donde, a través de un completo análisis contrastado con la información obtenida en la restauración realizada, ratificó las informaciones al respecto de que las tallas fueron dañadas, quemadas y arrojadas al río. «Las imágenes reflejaban notables daños de que se partieron en varios trozos, restos de calcinación -aunque la policromía evitó que los daños por el fuego fueran mayores-, e hinchazón de la madera por contacto con el agua», vino a decir.
Su ponencia fue la seleccionada por el comité organizador y científico de las VI Jornadas de Investigación y Divulgación Sobre el Valle de Ricote para que fuera la conferencia inaugural de estas sextas jornadas que tuvieron continuidad en la vecina localidad de Blanca el sábado 30 de abril.
En su interesante intervención, Juan Antonio Fernández, sin calificar como ‘milagro’ lo ocurrido con las imágenes -que quedaron muy deterioradas, resultaron partidas en varios trozos, arrojadas al fuego y luego tiradas al río-, sí que aludió a que ‘fue una suerte’ que todas las partes en las que se fragmentaron las tallas pudieran ser recuperadas -algunas de ellas en la central de Nicolás, y el resto río abajo en los municipios de Blanca y Archena-, y que, afortunadamente, no pasaron demasiado tiempo en el agua, ya que, de lo contrario, hubiera sido imposible su recuperación.
El restaurador tuvo también palabras de agradecimiento hacia las personas que lograron sacar del rio los fragmentos de las imágenes -«si no tienen ya un calle a su nombre en el pueblo deberían ponérsela», afirmó, y ahondó en la importancia de la restauración realizada Carmen Sánchez Giner en 1939. «Ella dio una segunda vida a los Santos Médicos, y sin su trabajo hoy en día no existirían las imágenes», unas imágenes que el restaurador fechó como talladas a mediados del siglo XVIII, «en el año 1655 o incluso antes», aseguró.
Resumen
Escasos meses después de haber finalizado la Guerra Civil española, el Diario Línea recogía una noticia en torno a lo ocurrido en la primavera de 1936 con las esculturas de los Santos Médicos, patronos de Abarán. Una breve pero interesante crónica que nos permite conocer, décadas después, tanto los daños que sufrieron las imágenes a manos de los exaltados iconoclastas, como su “milagrosa” salvación, tras ser convenientemente restauradas. Una crónica, unos datos, que ahora, setenta y nueve años después, se contrastan con la información obtenida en la restauración realizada en el Centro de Restauración de la Región de Murcia en el año 2019.
Esta conferencia formaba parte de las VI Jornadas de Investigación y Divulgación Sobre el Valle de Ricote que organiza la Asociación Cultural ‘La Carraila’ y la Sede Permanente de la UMU en Blanca, contando con el patrocinio de las concejalías de Cultura de los ayuntamientos de Abarán y Blanca y con la colaboración de Caramucel, naturaleza e historia.
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