
El letrado Pablo Martínez, que se encarga de la defensa de Joaquín G. V., sospechoso de la muerte violenta de Maruja Velandrino, afirma, en declaraciones recogidas por los informativos de la televisión autonómica 7 Región de Murcia, que su representado, el día en el que ocurrieron los hechos, estuvo trabajando y luego se fue a su casa. «Tenemos una reconstrucción de todo el tiempo donde estuvo ese día: desde el trabajo hasta que llegó a su casa. E incluso disponemos de un informe pericial que acredita el estado de las conversaciones que mantuvo ese día y las conexiones a Internet», expresa el abogado, añadiendo que «No solo consideramos que es inocente, sino que no debería haber llegado a juicio. Las pruebas contra mi defendido son muy endebles, por no decir inexistentes».
La vista por este suceso, del que recientemente se han cumplido tres años, comenzará el próximo 11 de mayo en la Audiencia Provincial de Murcia con la elección del jurado popular que deberá juzgar este caso en el que, por primera vez en un tribunal murciano, se pedirá la prisión permanente revisable para un acusado.
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